El problema de la obesidad y el sobrepeso no es sólo de salud, también es económico, pues se origina por fallas regulatorias que no han sido atendidas por el gobierno federal y el sector de salud pública, revela un estudio elaborado por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).

 

El reporte titulado “El problema de la obesidad en México: diagnóstico y acciones regulatorias para enfrentarlo”, señala que el gobierno mexicano sólo ha implementado una de las nueve recomendaciones emitidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para combatir este problema que afecta a tres de cada 10 niños y a siete de cada 10 adultos.

 

El estudio elaborado por el órgano regulatorio, en colaboración con la Fundación Chespirito, señaló que hasta ahora, con la publicación de los Lineamientos para la Venta de Alimentos y Bebidas en los Planteles Escolares se atendió una de las recomendaciones.

 

La Comisión señala que están pendientes acciones regulatorias en materia de etiquetado obligatorio de alimentos, la autorregulación de la publicidad para niños, programas de promoción de la salud en escuelas y centros de trabajo, medidas fiscales, consultas médicas y con nutriólogos.

 

México realizó la intervención y promoción en escuelas, pero en etiquetado y regulación de publicidad, que regularía la industria alimentaria, no hay avances.

 

LOS DIAGNÓSTICOS

 

El reporte Una infancia libre de chatarra 2012: mercadeando alimentos y bebidas para niños en Europa, publicado por la Asociación Internacional de Estudios en Obesidad (IASO), reveló que la exposición de los niños a este tipo de publicidad disminuyó sólo 29% en los últimos seis años.

 

“Este reporte viene a confirmar lo que vivimos en México, un código de autorregulación, conocido como PABI, que no contiene ningún criterio nutricional y que permite la publicidad a los niños de todo tipo de producto no saludable”, aseguró Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.

 

En materia de etiquetado, la industria implementó un diseño propio para presentar la información nutrimental, a pesar de que el sector salud y la sociedad civil pugnaban por las etiquetas de semáforo, que señalan los contenidos de azúcar, sal y grasas, así como los daños a la salud.

 

En la conferencia donde se presentó ayer el resultado del estudio, Alfonso Carballo Pérez, director de la Cofemer, respondió que no hay malos ni buenos en el tema y la obesidad no se puede resolverse únicamente desde el mercado. “Los hábitos son los malos. Uno puede estar expuesto a estos alimentos, pero si tenemos conciencia, no los vamos a consumir”.

 

ACCIONES INTERNACIONALES

 

Reino Unido, España y Alemania adoptaron etiquetas tipo semáforo y los ciudadanos las aplaudieron, pues ahora saben qué alimentos puede consumir a diario y cuáles deben restringirse a una vez por semana, como los refrescos, las frituras y las galletas.

 

En Nueva York, la ley obliga a los establecimientos de comida a publicar las calorías de todos sus productos. La Stanford Graduate School of Business reveló que en Starbucks los clientes empezaron a consumir productos con 6% menos calorías cuando conocieron los contenidos nutrimentales.

 

En 2011, Dinamarca aplicó, por primera vez, un impuesto sobre las grasas. Francia cobra un gravamen de 7.16 euros por cada hectolitro de refrescos azucarados y edulcorados y en Hungría se aplicó un impuesto a las hamburguesas. Todo esto para reducir el consumo de alimentos chatarra.

 

Especialistas de la Universidad de Oxford también han recomendado que estos productos tengan un impuesto especial de 20% mínimo, para que haya un efecto real en la salud de la población.

 

PENDIENTES REGULATORIOS

 

Etiquetado obligatorio de alimentos

La Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI-/SSA-2010 en esta materia “no es de comprensión sencilla para la población”.

 

Autorregulación de la publicidad de alimentos dirigidos a niños

El Reglamento de la Ley general de Salud en materia de publicidad no aborda cuestiones relacionadas con la publicidad dirigida a los menores.

El Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebida Dirigida al Público Infantil (Código PABI) carece de medidas que garanticen su cumplimiento por parte de la autoridad.

Programas de promoción de la salud en las escuelas

Se implementaron restricciones para la venta de alimentos con bajo nivel nutrimental en las escuelas de educación básica.

 

Programas de Promoción de la salid en los centros de trabajo

Adicional a las campañas de PEVENIMSS y PREVENISSSTE hacen falta programas de orientación nutrimental y atención a personas con sobrepeso y obesidad en los lugares de trabajo

Orientación de personas en riesgo de atención primaria

No existe una regulación para implementar programas específicos de atención y seguimiento a estos pacientes

Adicional a las campañas “Mídete, no te pases” y “Date tiempo y salud”, ambas de PREVENIMSS, la Cofemer recomienda reforzar estos programas