Alonso Lujambio fue, sin duda, un hombre de la transición y además fue clave en el fortalecimiento de las instituciones más emblemáticas de este periodo, el Instituto Federal Electoral, en una primera etapa, y el Instituto Federal de Acceso a la Información, más adelante.

 

Dejó huella con los estudios que hizo desde la academia sobre el régimen parlamentario. Es una pena que gente como Alonso se vaya, pues ahí queda y se enaltece como un servidor público ejemplar y como un demócrata convencido.

 

Conocí a Alonso cuando yo era becario en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, él publicó un texto muy importante sobre el régimen parlamentario en el propio instituto y mi primer acercamiento fue cuando era un estudioso.

 

El primer acercamiento profesional fue cuando él presidía la comisión de Fiscalización del Instituto Federal Electoral y yo era asesor de José Woldenberg, encargado de darle seguimiento a la fiscalización.

 

En esos momentos se construyó en gran medida la fiscalización en México y Alonso tuvo un papel destacado. Eran investigaciones muy complejas y él fue parte.

 

En la comisión tuvimos una relación muy cercana. Recuerdo las noches de desvelo cuando esperábamos la información que requeríamos a través de oficios sobre los casos Amigos de Fox y Pemexgate.

 

Esa relación cercana fue el pretexto para estrechar una amistad personal y profesional.

 

Es natural que todos los integrantes del consejo del IFE estuvieran sometidos a presiones de diversa índole por los casos Amigos de Fox y Pemexgate, Alonso Lujambio y varios consejeros de aquellos años fueron sujetos de presiones y amenazas de juicio político.

 

El IFE en su rol de fiscalizador de los recursos de los partidos políticos inevitablemente afectó intereses de distintos tipos y esto generó reacciones muy diversas, llámese presiones políticas o no.

 

Tener su punto de vista como consejero le hizo enfrentar muchas presiones, el punto no es si existen o no, más bien cómo un servidor público reacciona ante éstas. El respeto intelectual y profesional para con Alonso crece porque fue una persona que no cedió ante esas presiones. DIEGO LÓPEZ

 

*Consejero electoral del IFE