El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, defendió hoy ante un grupo de empresarios chilenos la legitimidad del último proceso electoral celebrado en su país y apostó por la participación privada y el libre comercio como herramientas para combatir la pobreza.

 

Peña Nieto llegó en la noche del jueves a Santiago en el marco de su gira por seis países latinoamericanos, previa a su toma de posesión el próximo 1 de diciembre, y su primera actividad pública en Chile fue un encuentro con representantes del empresariado chileno.

 

En un desayuno organizado por el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (Icare), Peña Nieto opinó que el proceso electoral celebrado el 1 de julio en su país “resultó ejemplar” por la alta participación ciudadana (63 %) y el elevado número de supervisores.

 

Este viernes, el mandatario electo reivindicó hasta en tres ocasiones que México ha experimentado un “avance democrático” y que vive un nuevo “clima de civilidad y madurez política” que cimentará el camino para “lograr acuerdos” por encima de diferencias ideológicas.

 

Entre los objetivos de su mandato, Peña Nieto se propone atacar la pobreza que afecta a 52 millones de mexicanos, crear un sistema de seguridad social universal, mejorar la educación y realizar una reforma que abra el sector de los hidrocarburos al capital privado.

 

El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) coincidió con el canciller chileno, Alfredo Moreno, presente en la cita, en que “el motor del desarrollo social es el crecimiento económico” que genera riqueza.

 

“Y que esa riqueza a través de políticas del Estado permita una distribución más equitativa entre la población, pero sobre todo que a través de ese crecimiento económico logremos generar más empleos y mejor remunerados”, acotó.

 

Para ello, Peña Nieto defendió además su intención de flexibilizar el mercado laboral, lo que a su juicio generaría más puestos de trabajo, y de cambiar las políticas sociales “asistencialistas” para hacerlas más “participativas”.

 

En su opinión, sin embargo, México ha tenido en la última década, bajo la dirección de Felipe Calderón, uno de los promedios de crecimiento más bajos de América Latina, aunque admitió que ha habido “estabilidad macroeconómica” y un “manejo responsable de las finanzas públicas”.

 

Después de este encuentro, Peña Nieto tenía previsto sostener una entrevista con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, en el Palacio de la Moneda, tras el cual se dirigirá a Argentina para reunirse con su homóloga, Cristina Fernández.