El ministro de Exteriores libio de Muamar el Gadafi, Abdelati al Obeidi, y el presidente del antiguo Parlamento libio, Mohamed al Zwai, respondieron hoy por primera vez ante la justicia, acusados de malversación de fondos públicos por el caso del “atentado de Lockerbie”.

 

Según la fiscalía, los acusados malgastaron dinero público en las negociaciones para el pago de indemnizaciones a las víctimas estadounidenses del atentado de Lockerbie en 1988, en el que 270 personas murieron cuando un avión de PanAm que volaba de Londres a Nueva York estalló sobre la localidad escocesa de Lockerbie.

 

La acusación apunta que el dinero desembolsado en dicha operación superó con mucho el techo máximo, fijado en 2.700 millones de dólares.

 

Asimismo, están acusados de malversación de fondos en unos contactos con Estados Unidos llevados a cabo en 2004 para lograr el fin de las sanciones económicas impuestas por Washington en 1986, así como para que el nombre de Libia fuera borrado de la lista de países que apoyaban el terrorismo internacional.

 

La acusación apunta a que los mediadores libios encargados de la cuestión trataron con abogados que no representaban directamente a Washington.

 

Tanto al Obeidi como Al Zwai se declararon inocentes, mientras que su abogado solicitó su puesta en libertad.

 

Tras la primera sesión, el juez fijó una nueva audiencia para el próximo 15 de octubre