Nueva York. Las cortes federales de migración de Estados Unidos enfrentan un creciente número de casos de indocumentados menores, muchos de sólo cinco años, que llegaron y se encuentran solos en el país, informó hoy The New York Times.

 
En su edición de este domingo el diario estadunidense destacó que hasta once mil menores solos, en su mayoría procedentes de México y Centroamérica, enfrentaron el año pasado juicios para los que el sistema judicial estadunidense no está preparado.

 

Por ejemplo para ofrecer a los menores sus derechos Miranda, de proporcionarles abogado si carecen de medios para conseguir uno, resaltó el diario.

 

Un total de 21 mil 842 menores indocumentados sin ninguna compañía fueron detenidos entre octubre del 2011, cuando inicio el año fiscal, y julio pasado, la estadística completa más actualizada de las autoridades.

La ola creciente de casos de menores sin documentos detenidos inició su incremento en el verano del año pasado, pero se ha acelerado de manera considerable en lo que va de este 2012.

The New York Times destacó que las autoridades de migración tienen escasos lineamientos para los menores indocumentados solos.

Los jueces tienen problemas para ofrecer a los pequeños detenidos juicios justos, pues no hablan inglés y en la mayoría de los casos no alcanzan a comprender por qué se encuentran en las cortes, subrayó la publicación estadunidense.

Las autoridades de migración tampoco tienen instalaciones de detención adecuadas y carecen de asistencia, por ejemplo, para niños que huyeron de la violencia que vieron en sus lugares de origen.

La directora de una organización legal que intenta ayudar a los menores, Meredith Linsky, del Proyecto de Representación de Asilo del Sur de Texas, dijo que “la realidad es que los niños no pueden comprender el sistema ni lo que se les pide”.

El creciente flujo de menores sin compañía detenidos indocumentados de hecho es contrario al sentido de la migración indocumentada en general, pues el número de detenciones de migrantes es el más bajo en los últimos 40 años.

Algunos de los niños son hijos de indocumentados que pagan a los traficantes de personas o “coyotes” hasta cinco mil dólares por cruzar a sus hijos la frontera, pero pierden el dinero y no pueden abogar por sus hijos si son detenidos.

El Times presentó el caso de una niña de seis años de edad del estado mexicano de Tamaulipas, quien al huir de la violencia de narcotraficantes y secuestradores y cruzar la frontera en busca de sus padres fue detenida.

Un oficial de la frontera de Texas llamó por teléfono a otro estado a la madre de la niña, indocumentada, quien al vencer su temor y buscar a su hija se encontró con que había sido transferida a un centro de detenciones donde estaría meses en tanto duraba un juicio.

En la última audiencia el juez le dijo que para la siguiente necesitaba conseguir un abogado, pero la niña no alcanza a comprender que cruzó una frontera o lo que significa la demarcación internacional, qué es otro país, un abogado o por qué fue llevada a una corte donde le hablan mediante intérpretes.

El problema se agrava, sin abogados, los menores son deportados y se les prohibe regresar al país en los siguientes diez años, o tendrán que enfrentar juicios criminales con sentencias de cárcel si son detenidos nuevamente en territorio estadunidense.

El grupo en el Sur de Texas trata de conseguir que las autoridades permitan permanecer en el país a una minoría de los menores que llegaron al huir de claras negligencia y violencia en sus lugares de origen.