San Francisco. Después de tres semanas de escuchar a expertos en tecnología, profesionales de las patentes, diseñadores y abogados de Apple y Samsung debatir el origen de sus negocios más jugosos, un jurado de nueve personas comenzaron ayer a decidir quién tiene la razón, en lo que es una de las batallas más complejas y aparatosas de la historia del hardware y el software.

 

Apple demanda que Samsung le pague dos mil 500 millones de dólares por presuntamente copiar su tecnología, y pide que las tablets y smartphones de la firma coreana salgan de Estados Unidos.

 

Samsung demanda que la firma de Cupertino le pague 600 millones de dólares por supuestamente robarle tecnología utilizada en sus teléfonos.

 

Si gana Apple, eso representaría el veredicto más costoso relacionado con patentes en Estados Unidos; el más caro hasta ahora fue en contra de Abbott Laboratories, que pagó mil 800 millones de dólares por copiar inventos que no eran suyos.

 

El juicio de patentes entre Apple y Samsung, que podría condicionar el mercado de la telefonía en Estados Unidos, quedó ayer a la espera de que el jurado alcance un veredicto después de tres semanas de litigio en un tribunal federal de San José, California.

 

La postura final, que saldrá del corazón de Silicon Valley, podría tardar días.

 

Los abogados de ambas partes presentaron ayer a los nueve miembros del jurado durante más de cuatro horas sus argumentos finales para cerrar la exposición de sus casos que giran en torno al grado de originalidad tecnológica que supusieron el iPhone y el iPad.

 

Apple denunció a Samsung el año pasado por considerar que la empresa surcoreana había copiado deliberadamente los diseños de sus dispositivos móviles para fabricar su siguiente generación de teléfonos y lanzar su tableta Galaxy Tab.

 

La compañía cofundada por Steve Jobs pidió que la corte obligue a Samsung a indemnizarlos con dos mil 500 millones de dólares y que le prohíba que venda en Estados Unidos los aparatos que violan sus patentes.

 

Samsung rechazó los cargos y contraatacó con otra denuncia el año pasado en la que dijo que Apple se había apropiado sin autorización de su tecnología de telecomunicaciones 3G y algunas características de la cámara de fotos para teléfonos, entre otras, una infracción de patentes y pagos derivados que se valoró en más de 600 millones de dólares

 

Los abogados de Apple solicitaron ayer al jurado que prestaran atención a la cronología del diseño de teléfonos de Samsung antes y después de que el iPhone debutara en 2007 y aseguraron que lo que Apple tardó cinco años en crear, Samsung lo copió en tres meses como respuesta a una crisis de diseño.

 

La defensa de la empresa californiana indicó que internamente Samsung consideró el iPhone como una revolución y que estos copiaron no sólo el diseño rectangular, sino también su manejo.

 

Apple citó un estudio de Best Buy en el que se indicaba que algunos consumidores llegaron a confundir la tableta de Samsung con el iPad por su parecido estético y devolvieron el producto, lo que a juicio de los abogados es una prueba de la confusión creada en el mercado.

 

En su turno de palabra, los representantes legales de Samsung recriminaron la actitud de Apple por considerar que no buscaba una indemnización económica con ese juicio, sino garantizarse por orden judicial una ventaja competitiva en el mercado al bloquear a su rival más serio.

 

Los integrantes del jurado tendrán que rellenar un cuestionario de 20 páginas para dar forma a su veredicto, un documento en el que deberán indicar uno a uno cómo de legítimos son los aparatos puestos en tela de juicio. EFE y AP