La cobertura del Seguro Popular en las poblaciones rurales de alta y muy alta marginación llegó a 69.5% en el segundo semestre de 2011, sin embargo existen comunidades en estado como Oaxaca y Michoacán donde apenas llega a 40%, según un estudio del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).

 

De acuerdo con el reporte Monitoreo de Indicadores de Bienestar, elaborado con base en una encuesta del organismo -adscrito al Sistema de Centros Públicos de Investigación Conacyt- en el conjunto de las zonas llamadas de “alta prioridad” la cobertura del programa social pasó de 46.4% en el segundo semestre de 2009 a 69.5% en el segundo semestre de 2011.

 

Aunque este nivel de cobertura significa un avance es insuficiente para llegar a la universalidad, subraya un comunicado del CIESAS.

 

Al hacer un análisis por entidad, en 12 localidades de Michoacán, Jalisco, Oaxaca y Chiapas, se detectó que la mayor cobertura se registra en ésta última entidad, donde el promedio fue de 92.7%; le siguen Jalisco con 80.7%, Oaxaca 67.3% y Michoacán con 48%.

 

Sin embargo, existen comunidades donde la cobertura es de apenas 18%, como en Tanaco, en el municipio de Cherán, en Michoacán y de 40%, en Charco Nduayoo, en Oaxaca, y Zirahuen, también en en Michoacán, según revela el estudio realizado en 9 mil 300 hogares a nivel nacional y en colaboración con el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval) y la Benemerita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

 

Agustín Escobar Latapí, investigador del CIESAS, explicó que la poca cobertura en estas regiones obedece a varios factores, y uno de ello es la carencia de documentos como el acta de nacimiento o la CURP, necesarios para el trámite complicado de afiliación, ya que en algunos casos se trata de población migrante.

 

“Los funcionarios de salud están entre dos presiones: la de afiliar a más para llegar a la meta y la de dar servicios en condiciones desfavorables”, aseguró Escobar Latapí.

 

Aunado a lo anterior, dijo, la infraestructura para la prestación de los servicios de salud es incompleta o precaria en siete de los 14 hospitales de las comunidades. Incluso en muchas de ellas se obran cuotas de recuperación de hasta 20 pesos por consulta, ya que las clínicas no tienen suficientes recursos para mantenimiento, limpieza o personal.

 

Estos gastos, que no deberían existir, se suman a los pagos por medicinas inexistentes en las clínicas o el pago por atención a enfermedades que no están dentro del paquete básico de 275 enfermedades o las 57 patologías del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos.

 

Así, 14% de los afiliados de estas comunidades terminan pagando lo mismo o más que lo que hubieran gastado en un servicio médico privado, a pesar de que la promesa del Seguro Popular es reducir el gasto de bolsillo de las familias.