Buenos Aires.  El mexicano Jesús Martínez Espinosa fue condenado hoy en Buenos Aires a 14 años de prisión y una multa de seis mil dólares luego que la justicia lo encontrara culpable de liderar una banda que producía y traficaba metanfetaminas en Argentina.

 

Martínez Espinosa, de 52 años de edad, fue bautizado por la prensa local como el “Rey de la efedrina”, porque en la casa que compró en las afueras de Buenos Aires la policía descubrió, el 18 de julio de 2008, un laboratorio de drogas de diseño.

 

Durante ese operativo la Policía detuvo a nueve mexicanos, la mayoría oriundos de Guanajuato, y a un argentino, Luis Tarzia, que era el principal contacto local de Martínez Espinosa, quien en ese momento estaba de viaje en México, visitando a su familia.

 

El allanamiento provocó un escándalo en Argentina porque dejó al descubierto que bandas mexicanas estaban consiguiendo efedrina para producir y traficar metanfetaminas que eran vendidas en Estados Unidos por cárteles mexicanos.

 

La justicia argentina emitió entonces una orden de captura internacional en contra del empresario, que se mantuvo prófugo durante varios meses hasta que finalmente en octubre fue detenido en Asunción, y un mes más tarde, fue extraditado a Buenos Aires.

 

Martínez Espinosa, oriundo de Michoacán, se declaró siempre inocente y aseguró que solo había venido a realizar nuevos negocios en Argentina, y que la efedrina que fue encontrada en su casa la metió el exnovio de una de sus hijas sin su conocimiento.

 

El novio era Marco Antonio Laison Rizzo, quien desde entonces fue declarado prófugo de la justicia argentina, aunque en febrero pasado su familia lo reportó como desaparecido en México junto con su padre.

 

Pese a que la prensa argentina identificó a Martínez Espinosa como líder del Cártel de Sinaloa en Argentina, y el gobierno mexicano lo relacionó con el Cártel de Juárez, durante el juicio no se pudo probar su pertenencia a ningún grupo del crimen organizado.

 

Los ocho trabajadores mexicanos del empresario detenidos durante el allanamiento de su casa, fueron condenados en 2010 a penas de cuatro a seis años de prisión por el delito de crimen organizado, pero a mediados de 2011 fueron deportados a México y quedaron en libertad.

 

Martínez Espinosa tampoco quedará mucho tiempo más preso en Argentina, ya que aquí rige una norma que cuenta doble el tiempo que un acusado estuvo en la cárcel sin condena, por lo que se interpreta que el mexicano ya cumplió una pena de ocho años.