Shanghái. El tifón “Haikui” se ha convertido hoy en el primero que atraviesa el centro de Shanghái, la capital económica de China, en los últimos siete años, y ha dejado a su paso por el este del país al menos dos muertos y 2 millones de evacuados, con varias provincias que siguen aún en alerta roja.

 

Al menos 2.04 millones de personas han sido evacuadas tan sólo en el delta del río Yangtsé, por donde ha pasado el tifón hasta ahora, y de donde se espera que se desplace durante esta noche hacia la vecina provincia oriental de Anhui, de la que aún no se han anunciado cifras de desplazados.

 

El tifón entró esta madrugada por la costa china cerca del golfo de Sanmenwan, en el centro de la provincia oriental de Zhejiang, a las 3:20 de la madrugada hora local (19:20 horas GMT).

 

Sólo en Zhejiang, donde en muchas zonas se han producido inundaciones, fueron evacuadas a distintos refugios cerca de 1.5 millones de personas, y al menos 130 tuvieron que ser rescatadas de las aguas.

 

A esos evacuados se sumaron, hacia el norte, 374 mil realojados preventivamente en Shanghái y otros 171 mil 400 en la provincia de Jiangsu.

 

Los efectos se notan por todas partes en el centro de Shanghái, con calles anegadas que cubren a los viandantes por las rodillas, ramas de árboles y paraguas destrozados esparcidos por la calle, o trozos de algún letrero luminoso que se rompen y caen en pedazos desde una decena de metros de altura.

 

Al menos 6mil 327 barcos están pasando el temporal atracados en Shanghái, que cuenta con el puerto mercante más activo del planeta, y otros 18 mil lo están en Jiangsu, ante el actual estado del Mar de la China Oriental, con olas de entre 6 y 9 metros, según la Central de Control de Inundaciones del Gobierno de Shanghái.

 

La ciudad ha suspendido todas las actividades organizadas al aire libre, ha cerrado sus parques y espacios públicos, ha suspendido las clases en los centros educativos y ha prohibido cualquier tipo de obras de construcción al aire libre.

 

“Haikui” es el tercer tifón que azota el este de China en la última semana, tras el paso de “Saola” y “Damrey”, que dejaron 23 muertos y nueve desaparecidos.