Las pruebas presentadas por el Movimiento Progresista sobre presuntas irregularidades en la elección presidencial fueron desestimadas por el Instituto Federal Electoral (IFE), que afirmó que los elementos presentados, no se comprueba la compra y coacción del voto.

 

En el ‘informe circunstanciado’ que el organismo entregó al Trife se incluyeron dichas afirmaciones como parte del expediente en el que Andrés Manuel López Obrador solicitó declarar la invalidez de la elección presidencial.

 

En su documento, el órgano electoral indica que la sola existencia de las tarjetas Soriana y los monederos de Monex, presentados como pruebas en el recurso  de impugnación, no refleja que estás hayan sido entregadas con la finalidad de obtener el voto.

 

“No existe la certeza de que efectivamente las mismas hubieran sido recibidas por los medios que ellos refieren y su simple existencia no revela tampoco que su entrega haya sido condicionada, bajo qué supuesto y menos aún que contuviera dinero”, refiere el documento.

 

El texto añade que no existe fundamento para que las indagatorias por los casos Soriana, Monex y el presunto rebase del tope de campaña representen  la nulidad de la elección, a pesar de que aún no terminan las pesquisas.

 

“No ha sido comprobado y no puede hacer prueba plena que el otorgamiento de las tarjetas de ‘beneficios’ hayan sido con el objeto de presionar o coaccionar a los electores a emitir su voto a favor de determinada coalición y con ello se acredite la vulneración del derecho del voto libre”, destaca el organismo.

 

El IFE incluso puntualiza que, en el supuesto caso de que las pruebas presentadas por la coalición comprobaran que se presionó al electorado, no necesariamente reflejan que ello determinara el resultado de la votación.

 

(Con información de Reforma)