Los cárteles mexicanos adoptan un nuevo método de abastecerse de armas en Estados Unidos, al comprarlas en partes, en una práctica legal que no está sancionada por las leyes de control de armas, advirtió hoy la firma de inteligencia Stratfor.

 

La entidad de seguridad global indicó en un análisis colocado en su sitio de internet que la “importante fuente emergente” de abastecimiento es una muestra de cómo los cárteles se adaptan a las medidas decretadas por las autoridades estadounidenses para frenar el tráfico de armas.

 

Stratfor explicó que las bandas de narcotraficantes están comprando piezas de variantes de rifles AR-15, M16 y M4, conocidas como “receptor inferior de 80 por ciento”, que viene a ser la parte central del arma, a la que luego se le ensamblan los demás componentes.

 

En un rifle, la parte del receptor inferior, es donde el fabricante imprime el número de serie que sirve de registro para el pertrecho.

 

Al venderse en forma separada como pieza única, el receptor inferior no lleva número de serie y bajo la ley federal no se les considera como un arma, por lo que pueden comercializarse sin licencia en cualquier cantidad y a cualquier persona, apuntó Stratfor.

 

Al contar con el receptor inferior, se puede construir un rifle AR-15, M16 o M4, mediante la compra de las piezas adicionales necesarias, tales como el cerrojo, gatillo y el barril, todas las cuales se pueden obtener de forma similar pues ninguna está considerada arma de fuego.

 

Solo cuando el pertrecho está totalmente montado, entonces se le considera un arma de fuego y queda sujeta a la ley federal de armas, precisó la firma de inteligencia.

 

La venta de receptores inferiores de 80 por ciento está orientada a entusiastas de estos artefactos que gustan de armarlos por sí mismos.

 

Stratfor aseguró que de acuerdo con informes de la oficina de Alcohol, Tabaco, Explosivos y Armas de Fuego (ATF), este tipo de armas ensambladas han comenzado también a aparecer en un número creciente en México.