Una vez más el priismo veracruzano mostró su capacidad de movilización y llenó el malecón jarocho, se estima que 50 mil personas se dieron cita en el cierre de campaña del mexiquense en el estado, para mostrar la fuerza de su candidato Enrique Peña Nieto hacia la elección presidencial del próximo primero de julio.

 

Desde temprano llegaron y acapararon lugar, muchos querían estar al frente, el clima ayudó, ya que había brisa y estaba nublado, mientras los veracruzanos ue venían de muy diferentes municipios esperaban al candidato.

 

Era tanta la gente que la sección de personajes importantes quedó una hora antes del mitin atestada, ya sin sillas con las personas paradas, y los más importantes obviamente fuera. Por lo que poco antes de que llegara el candidato llamaron a los aspirantes a diputados y senadores y ya fuera de las vallas junto al templete ubicaron a los VIP.

 

Ante los veracruzanos Peña Nieto reiteró su discurso para la economía de las familias y aseguró que el pésimo desempeño económico de México en los últimos 11 años ha provocado que muchos jóvenes lamentablemente hayan tenido que dedicarse o desviar su actividad a actividades ilícitas por no tener otra alternativa.

 

Atrás de él en el templete ondeaba la bandera de México, Peña Nieto estaba bañado en sudor y pidió el voto de todos los presentes para el proyecto que va a permitir que México esté mejor, el que no divide a los mexicanos y que quiere cristalizarse en armonía con todos.

 

Son los mítines finales, el cierre de campaña en la entidad que representa el tercer padrón electoral, una vez más, hubo vallas, arcos detectores de metales y distintos puntos de revisión, pero en esta ocasión una persona logró cruzar todos los filtros

 

Gerardo Hernández Hernández escolta del hermano del gobernador veracruzano Javier Duarte estaba en la zona más cercana al templete, cuando terminó el evento el abanderado del PRI-PVEM como siempre se echó a corres para saludar a los más cercanos, para subirse en las vallas, para tocarlos y permitir que lo toquen y para tomarse fotos con ellos.

 

Cuando pasó enfrente del contingente de los ferrocarrileros donde estaba su líder Víctor Flores, el teniente coronel Juan Manuel Cano se dio cuenta de que Gerardo Hernández traía una pistola al cinto, inmediatamente se la quitó y lo sacó por la zona de atrás, después se informó quién era el sujeto, no se supo si no sirvieron los filtros o si tuvo pase directo. El candidato ni siquiera se inmutó y siguió saludando, muchas veces subido en los hombros de la gente.

 

En el mitin, Peña Nieto se comprometió al mejoramiento del centro histórico de Veracruz, a construir el boulevard Boca del Río Antón Lizardo, caminos intermunicipales en beneficio de 24 municipios que se encuentran a las faldas del pico de Orizaba, y la modernización del aeropuerto El Lencero.

 

Se despidió de los veracruzanos comentándoles que uno de los estados que más visitó en la campaña fue precisamente Veracruz, que siempre ha sido un bastión para las movilizaciones priistas, y aquí a estas miles de personas les pidió su apoyo y su confianza, porque “hoy vengo como candidato, pero mañana con su apoyo he de regresar como presidente de todos los mexicanos.