Adolfo Albo Márquez, economista en jefe para México de BBVA Research, aseguró que la banca mexicana cuenta con una fortaleza financiera y operativa, a pesar de la incertidumbre económica mundial de los últimos casi cuatro años generada por la quiebra del banco estadunidense Lehman Brothers.

 

La solidez del sector financiero permitió la recuperación del crédito en la República Mexicana, el cual en 2012 crecerá cuando menos 15%, empujado por el sostenido ritmo de crecimiento de la economía mexicana y por la generación de empleo, comentó el especialista.

 

“A medida que se consolida la economía de este país, que crecerá por tercer año consecutivo a tasas elevadas y en el escenario base para 2012 avanzará 3.7% o más allá, se ve una fuerte expansión del crédito otorgado a los sectores productivos”, explicó.

 

De momento, los bancos en el mercado mexicano mantienen un balance equilibrado entre activos y pasivos y las filiales de las entidades extranjeras han provocado efectos positivos como mejoras en tecnología, en métodos para la administración financiera y de riesgos, así como una mayor competencia y crecimiento, puntualizó.

 

“El papel de los bancos extranjeros en la propagación de perturbaciones en variables financieras externas en los países emergentes se ha incrementado a raíz de la crisis financiera global de 2008”, indicó el economista de la institución bancaria.

 

En América Latina el financiamiento de la banca extranjera es más estable, cuando se compara con naciones de Asia o Europa del Este, y responde a los menores cambios en la liquidez internacional o la situación financiera de sus matrices, acotó.

 

Tras el colapso de Lehman Brothers, en varias naciones se registró un menor crecimiento del crédito, una alta integración financiera con el resto del mundo y débil política monetaria contracíclica.

 

En este contexto, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos inyectó ayer un estímulo monetario para impulsar su economía, que está en riesgo de estancamiento.

 

Ante una preocupación por la restricción del crédito en los mercados financieros globales por la crisis de Europa, el banco central estadunidense extendió la Operación Twist con la adquisición de 267 mil millones de dólares en bonos de largo plazo hasta fines de 2012, y optó por la venta de los títulos de corto plazo.

 

La primera fase de la estrategia financiera concluirá a fines de este junio, la cual es una de las medidas para promover el crecimiento y respaldar el debilitado mercado laboral en Estados Unidos, dijo Ben Bernanke, presidente de la Fed.