Jerusalén. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que Irán y el grupo libanés Hizbulá “ayudan” al Gobierno sirio a cometer su “masacre de ciudadanos” y enmarcó a los tres en un “eje del mal”.

 

“Es una masacre efectuada no sólo por el Gobierno de Siria, sino que Irán y Hezbolá echan una mano”, dijo al inicio de la reunión semanal del Consejo de Ministros, según un comunicado de su oficina.

 

Netanyahu aseguró que “el mundo necesita ver hoy el eje del mal concentrado: Irán, Siria y Hizbulá”, que “muestra su rostro con toda su fealdad” y permite que “todos entiendan en qué entorno vivimos”.

 

Sus declaraciones coinciden con las de otros dirigentes israelíes sobre Siria, entre ellos el presidente, Simón Peres, quien manifestó a la radio pública su esperanza de que más pronto que tarde la comunidad internacional intervenga para detener el baño de sangre en el país árabe.

 

“Tarde o temprano será necesario intervenir para salvar vidas. Espero que sea temprano”, declaró anoche cuando partía hacia Estados Unidos.

 

Peres mostró asimismo su “mucho respeto por los rebeldes que salen a protestar a diario, afrontan disparos y espero que ganen”.

 

El número dos de Exteriores, Dany Ayalón, instó esta mañana a la comunidad internacional a “parar de hablar y empezar a actuar”.

 

En cuanto a la jornada de violencia, ayer domingo fuerzas sirias bombardearon varias zonas de la provincia de Homs, en el centro del país, donde murió una veintena de personas, informó el activista de los Comités de Coordinación Local Salim Kabani.

 

Kabani, que se encuentra en Homs, relató cómo el Ejército lanzó una ofensiva aérea contra las localidades de Qusair, Rastan y Telbiseh, mientras que continuó bombardeando con misiles los barrios de Jalidiya y Qusur, entre otros de Homs.

 

“Hoy ha llegado mucha ayuda humanitaria por el deterioro de la situación”, aseguró el representante de los Comités en la zona.