Los servicios periciales buscan antropólogos forenses, pero en México no hay. A pesar de que en el país la violencia se agudizó desde hace cinco años y las víctimas se contabilizan en más de 60 mil, una gran parte de ellas con el uso de extrema crueldad, y no hay quien realice una tarea esencial: identificar cadáveres esqueletizados o restos óseos.

 

Esta problemática fue expuesta durante el Tercer Encuentro Nacional de Médicos Forenses, como parte de las conclusiones de la conferencia Criterios básicos para el análisis de restos óseos.

 

En el mismo foro se explicó que apenas será el próximo año, cuando odontólogo, arqueólogos e historiadores que así lo decidan podrán integrarse a la primera generación de la especialidad de Antropología Forense de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), de acuerdo a lo que se planteó

 

El trabajo de un antropólogo forense se vuelve fundamental para saber las razones y formas de la muerte de una persona y en su identificación, cuando los cuerpos presentan un avanzado estado de descomposición en fosas clandestinas, por ejemplo, o para determinar también la talla, edad y estructura corporal de restos óseos que son cercenados, como los casos más recientes ubicados en Jalisco y Sinaloa.

 

Desde hace por lo menos dos años, en el Servicio Médico Forense de Nuevo León se ofrece una plaza de antropólogo físico, los candidatos que se han presentado no pueden ser contratados porque no se han titulado.

 

Pero esta ausencia de especialistas resulta contradictorio, porque la licenciatura en Antropología data de 1974 y México es el único país de Centroamérica que cuenta con la especialidad de Antropología Física, pero no existen Antropólogos Forenses.

 

Liliana Dorantes Ortega, coordinadora de Antropología de Ciudad Juárez de Servicios Periciales en la Procuraduría de Justicia de Chihuahua, comentó que en Ciudad Juárez sólo hay dos antropólogos, y aunque pudieran armarse mas equipos para los recorridos de búsqueda de restos de mujeres en esa ciudad, “no habría posibilidad de que hubiera un antropólogo en esos trabajos de campo”.

 

Este vacío apenas se podrá subsanar a partir del 2013, anunció Eva María Reyes Equiguas, coordinadora de Antropología de la Procuraduría General de la República (PGR), quien explicó que será entonces cuando el ENAH abra esa especialidad.

 

Por su parte, el subdirector de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, José Suasnavar, en su exposición sobre Excavaciones que implican recuperación de un gran número de víctimas, planteó que en su país los trabajos de identificación en ese país se hicieron con la participación de antropólogos forenses, como un trabajo sustancial.

 

En el país centroamericano, comentó Suasnavar, sí existe esa especialidad de la Antropología.

 

En México, los equipos de servicios periciales en su mayoría se integran por odontólogos y médicos forenses,  identificación dactilar, grafoscopía, reconstrucción de rostros y especialistas en el ámbito financiero. A pesar de que el antropólogo forense es una pieza necesaria para el trabajo que desarrollan, sobretodo cuando se trata de identificaciones  mediante esqueletos o restos óseos, no forman parte de estos equipos.