Las carreras de los jugadores -y eventualmente también su salud- están en riesgo debido al creciente “abuso” de los analgésicos, consideró el director médico de la FIFA, Jiri Dvorak, quien encontró que 39% de los jugadores del Mundial de 2010 tomó medicamentos para el dolor antes de cada partido.

 

Previo a la Eurocopa 2012, Dvorak instó al mundo del futbol a estar consciente del problema, sobre todo porque “los jóvenes están imitando a los mayores. El abuso de anti inflamatorios no esteroides (AINE) se observa en las competencias de menores de 17 años, en algo así como 16 o 19% de los jugadores”.

 

A las encuestas realizadas en torneos anterior se suman los resultados del Mundial de Sudáfrica 2010 -publicados recientemente en la revista British Journal of Sports Medicine- que muestran que los niveles de uso de esos medicamentos son más altos que nunca.

 

Según esos datos, 39% de todos los jugadores tomó un analgésico antes de cada juego; sin embargo, las cifras varían entre países, ya que en algunos equipos los futbolistas tomaban hasta tres medicamentos por partido. El estudio arrojó que los equipos del continente americano mostraron el mayor uso de medicamentos por partido y por jugador.

 

Expertos aseguran que la medicación analgésica puede ser particularmente peligrosa en el deporte profesional. Esto, debido a que durante un ejercicio de alta intensidad como el futbol, los riñones del jugador están continuamente trabajando y eso los vuelve más vulnerables a los daños provocados por las drogas fuertes.

 

Dvorak consideró que un factor importante en el aumento del uso de analgésicos en este deporte es la presión que existe sobre los médicos de los equipos para que los jugadores lesionados regresen al terreno de juego rápidamente.

 

El doctor Hans Geyer, director adjunto de la Agencia Mundial Antidopaje acreditado en el laboratorio antidopaje de Colonia (Alemania) aseguró que se trata de una señal alarmante. “Muchas veces los atletas toman analgésicos de manera preventiva. Los toman para evitar dolores que pudiesen generarse, para volverse totalmente insensibles”, el problema es que si se desactivan los sistemas de alarma que protegen a los tejidos, puede ocurrir una destrucción irreversible.

 

El ex jugador internacional alemán Jens Nowotny Nowotny explica que a los jugadores lo que más les interesa es estar en el terreno de juego. Lesionarse significa que alguien más jugará y recuperar el puesto puede ser muy difícil.

 

Los riesgos del uso de los AINE no sólo se limita a los riñones y al hígado. También hay preocupaciones sobre su impacto en el corazón. El doctor Stuart Warden de la Universidad de Indiana y experto en el uso de estas drogas por parte de los atletas advirtió que hay un riesgo elevado de que estos fármacos produzcan efectos cardiovasculares secundarios, el cual aumenta con la duración del uso, la existencia de otros factores de riesgo y del tipo de medicamento que se esté tomando.