A pesar de que por años se ha hablado de utilizar el celular como herramienta de pago, ya sea en una caja registradora para la compra de un artículo o de una entrada al cine, esta posibilidad parecía más una ilusión o materia de la ciencia ficción de las transacciones bursátiles. Sin embargo, anuncios recientes indican que esto, que por años ha parecido una fantasía, podría estar cada vez más cerca de la realidad.

 

Las tendencias actuales, en donde los teléfonos inteligentes o smartphones se han vuelto parte de lo cotidiano, y las compras en línea han crecido, demuestran que hoy en día las compañías de tecnología, junto con los bancos, se están  perfilando hacia un modelo de pago único en donde toda transacción se desarrollará sin un papel de por medio.

 

El objetivo común: una solución viable y real a las molestias que representan los pagos tradicionales de papel y plástico. ¿Cómo? A través de  un smartphone o celular que actúe como tarjeta de crédito electrónica, utilizando tecnología de campo cercana a la telecomunicación; tiendas en línea que acepten tan sólo un nombre de usuario y contraseña en vez de los detalles completos del pago, y con el tiempo, celulares que funcionen como quioscos de pago y puentes de transacciones bursátiles.

 

Un posible problema: la lucha por el primer lugar de quién será el que logre imponer esta tendencia innovadora, y el riesgo que conlleva iniciarse en esta plataforma tecnológica que aún no ha sido explorada, así como hacerlo en un mundo “sin billetes” en donde, algunos pensarían, podría perderse más fácilmente el dinero.

 

A finales de 2010, las compañías estadunidenses de telefonía celular Verizon, AT&T y T-Mobile, lanzaron una empresa mixta con un sistema de pago móvil sin contacto, llamado “Isis”, el cual utiliza el celular para realizar transacciones con cargo a tarjetas de crédito en ciertos establecimientos.

 

El mes pasado, se reestructuró el concepto con el fin de obtener el apoyo de Visa y MasterCard e ir eliminando poco a poco la necesidad del plástico como tal. En otros frentes, Google anunció una asociación con Citibank y MasterCard para iniciar este año las pruebas de una aplicación de pago por móvil llamada Google Wallet, la cual tendrá la misma utilidad pero usando la plataforma de Google. Una herramienta que pretende permitir a las personas manejar sus finanzas personales de manera unificada y fácil.

 

 

En el caso particular de México, Telcel inició esfuerzos a través de  una alianza con Banamex e Inbursa llamada “Transfer”, servicio que permite realizar pagos móviles, transferencias de dinero y consultas en tiempo real desde el celular y a través de mensajes de texto (SMS). Esta herramienta también permite realizar depósitos y retiros de efectivo en cajeros automáticos sin necesidad de la tarjeta. El programa es apenas piloto, busca ver la respuesta de los clientes de la compañía y representa un intento por combatir el temor a no tener una tarjeta de débito o crédito físicamente.

 

El avance es claro, y aunque este tipo de tecnología parece prometedora, la pregunta sin respuesta sigue siendo si, para estos servicios, se va a generar algún rastreo o historial de transacciones como un método de seguridad que garantice al cliente que sus pagos o transacciones no se perderán en el mundo cibernético.

 

A pesar de que es un servicio que empieza a funcionar, instituciones bancarias y compañías telefónicas pelean aún la patente del servicio que logre otorgar seguridad y eficiencia a la vez, sin darse cuenta que es probable que se necesite un esfuerzo conjunto para crear una plataforma completa y libre de errores que pudieran dar origen a fuertes crisis económicas. Según datos del Banco Mundial, esta plataforma tecnológica aportaría a instituciones bancarias y de telecomunicaciones un crecimiento, en términos de clientes y de flujo de dinero, cercano a un sesenta por ciento.

 

El escenario es tentador… pero no se debe dejar de lado que las decisiones en torno al mismo se deben tomar con cautela y los riesgos que lo rodean no deben de ser olvidados. Al final, las telecomunicaciones han sido objeto de ataques y robos desde sus inicios con el surgimiento de los piratas informáticos o hackers, o con el simple robo de celulares que contienen información privada. Es importante que se considere una plataforma estable y sólida que procure la confianza de los clientes y genere adherencia. Sólo así, podrán contar estas instituciones con la gallina de los huevos de oro que promete ser este sector.

 

 

* Sicólogo. Asistente de investigación en Contorno, Centro de Prospectiva y Debate. david.figueroa@contorno.org.mx