La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró hoy la guerra contra las tabacaleras, al estimar que existen 1.1 mil millones de fumadores en el mundo y que para finales de este siglo habrán muerto mil millones de personas a causa del tabaco.

 

Por tal motivo, la OMS en el Día Mundial Sin Tabaco, instó a los países a considerar la lucha contra la injerencia de esta industria como el eje central de sus esfuerzos por controlar la epidemia mundial de tabaquismo.

 

Según OMS, se calcula que a partir de 2030 el consumo de tabaco matará a más de ocho millones de personas cada año, y cuatro de cada cinco de estas defunciones se registrarán en los países de ingresos bajos y medianos.

 

Además, el consumo de tabaco es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles como el cáncer, las cardiovasculares, la diabetes y las afecciones respiratorias crónicas.

 

El experto de la OMS en la lucha contra el tabaco, Armando Peruga, dijo en rueda de prensa que existe una tendencia preocupante, ya que el consumo de tabaco de mujeres jóvenes ha aumentado en regiones como América Latina, Europa y algunas partes de Asia.

 

Además en esas mismas regiones se observan cada vez más casos de adolescentes entre los 13 y 15 años que ya son adictas a la nicotina.

 

Según la OMS, cada año mueren alrededor de seis millones de fumadores y 600 mil personas en el mundo mueren anualmente por causas relacionadas por la exposición al humo del tabaco, y de esa cantidad 120 mil son niños.

 

Además, casi la mitad de los niños respira regularmente aire contaminado con humo de tabaco, y más del 40 por ciento de los niños tiene por lo menos un padre que fuma.

 

En 2004, casi una tercera parte de las defunciones atribuibles al tabaquismo secundario o “pasivo” correspondió a niños.

 

El experto condenó los esfuerzos de la industria del tabaco para captar a consumidores cada vez más jóvenes y a las mujeres, es decir, a los grupos que tienen niveles de consumo de tabaco por debajo de la media.

 

El experto denunció que cada más jóvenes empiezan a fumar a edades más tempranas y en muchos países de ingresos bajos y medianos se ven “tendencias perturbadoras”, como es el caso de la tasa de adolescentes fumadoras que es la misma que la de hombres jóvenes e “incluso más alta”.

 

“La industria del tabaco es un paria y debe ser despreciada, ya que no muestra ninguna intención de cumplir con las leyes existentes y adoptar mejores prácticas sobre el consumo de tabaco”, afirmó.