Por moda, hábito o necesidad, los mexicanos consumimos ahora más café que hace 10 años, aunque todavía estamos lejos de países como Finlandia, Brasil o Estados Unidos.

 

De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (Amecafe), 40% de los hombres y mujeres dicen necesitar al menos una taza al día, 23% lo considera una parte importante para su vida social, y 37% se consideran consumidores casuales.

 

Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentos (Sagarpa), en 2011 el consumo aumentó 13% y según la Amecafe, actualmente cada mexicano consume 1.2 kilogramos al año, pero con base en la tendencia de crecimiento en 10 años podría aumentar en dos kilos.

 

No obstante, estos números no se comparan con el consumo que tienen otros países. Por ejemplo en Finlandia –el mayor consumidor a nivel mundial– toman 12 kilos al año, mientras que en Estados Unidos y Brasil son aproximadamente 5.5 kilos al año.

 

Silvia Gutiérrez, directora de promoción de Amecafe aseguró que la tendencia de consumir esta bebida en las cafeterías y tiendas de conveniencia va en aumento, sobre todo por la disponibilidad y el precio.

 

En total hay 70 mil cafeterías en todo el país, que van desde las más sencillas hasta las que pertenecen a cadenas nacionales e internacionales, o las especializadas con bebidas elaboradas en el mismo lugar.

 

“Estamos estudiando el impacto de las cafeterías en el consumo, todavía no hemos concluido pero nos hemos dado cuenta que también sirven para que el consumidor adquiera conocimiento sobre la calidad del café”, expuso Gutiérrez.

 

“Pero también hay otro factor importante en el consumo: el precio no es relevante para el consumo del café. Aunque el precio suba o baje un peso, el cliente no dejará de tomarlo”, afirmó por su parte, Rodolfo Tramp, coordinador ejecutivo de Amecafe.

 

En su opinión existen tres factores importantes que han detonado el consumo, tanto las cafeterías como el consumo en ellas: la moda que impusieron estos establecimientos; el aumento en el ingreso de la población; y los mitos sobre los beneficios –y también daños- que provoca el café a la salud.

 

Además, estos lugares son el punto de encuentro entre el producto y el consumidor, por lo que se vuelve un hábito acudir a las barras de café, que cada día son más especializadas y deben ofrecer nuevos productos de mayor calidad.

 

“Si el cliente regresa a una cafetería es porque hay calidad en su bebida favorita”, añadió Tramp.

 

Sin embargo, este crecimiento que se espera también traerá algunos problemas con la producción, que no será suficiente para satisfacer la demanda. Tramp indicó que uno de los principales problemas es que México produce apenas 3% de café robusta, la especie que se utiliza para hacer expresos y otras bebidas que los utilizan.

 

Se estima que se requieren 480 millones de kilos al año, que actualmente se importan de Vietnam, Indonesia y Brasil, los principales productores.

 

“Los productores deberán cambiar algunos cultivos del arábigo al robusta para dejar de importar café. Si podemos producirlo aquí ¿para qué necesitamos importarlo?”, cuestionó Tramp.

 

DATOS

252 millones de kilos de café arábigo se producen al año en México

 

132 millones se utilizan para consumo interno

 

7º lugar en producción ocupa México a nivel mundial

 

504 mil productores en todo el país

 

12 entidades siembran café

 

25 mil tazas se consumen por segundo en todo el mundo.