CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Benedicto XVI, que ayer cumplió 85 años, ha afirmado que se encuentra en el “último tramo” de su vida, que no sabe “lo que le espera”, pero que sabe que la luz de Cristo “es más fuerte que cualquier oscuridad” y que ello le ayuda a continuar “con seguridad”.

 

El pontífice hizo estas manifestaciones durante la misa que ofició en la capilla Paulina, del Palacio Apostólico, ante unos 200 compatriotas alemanes venidos expresamente para felicitarle, entre ellos el ministro presidente de Baviera, Alemania, el socialcristiano Horst Seehofer, y los obispos de Baviera.

 

“Me encuentro ante el último tramo del recorrido de mi vida y no sé qué me espera. Sé que la luz de Dios está, que Él ha resucitado, que su luz es más fuerte que cualquier oscuridad, que su bondad es más fuerte que cualquier mal de este mundo y ello me ayuda a continuar con seguridad”, afirmó en la homilía.

 

El Papa Ratzinger, que este domingo pidió que recen por él para que pueda realizar la misión que Dios le ha confiado, subrayó que agradecía “de corazón” a todos los que continuamente le hacen “percibir a Dios a través de su fe”.

 

Con Dios -agregó el Papa- “caen las fronteras”, ya que para Él “todos somos hermanos y formamos parte unos de otros”.

 

Benedicto XVI recibió en esta jornada la felicitación de personalidades y fieles de todo el mundo, entre ellos de sus párrocos de la diócesis de Roma, de la que él es titular, quienes en dialecto le dijeron “Qui te volemo tutti bene” (“Aquí todos te queremos”).

 

Ante las numerosas personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa salió a la ventana de su apartamento para saludar a los presentes, muchos de los cuales le cantaron “feliz cumpleaños”.

 

Benedicto XVI vivió la jornada como un día más, trabajando. Además de sus compatriotas, contó con la presencia de su hermano mayor, Georg, de 88 años, también sacerdote, venido expresamente desde Ratisbona (Alemania) para estar junto al “pequeño de la familia”, cuya salud siempre le ha preocupado.

 

Lombardi aseguró que al Papa le preocupa la secularización, el olvido de Dios, el relativismo y la pérdida de referencia de tantas personas en la época moderna, y que “ha sufrido” por los casos de “incoherencia e infidelidad” a la misión de la Iglesia y a su dignidad, en referencia a los casos de clérigos pederastas.

 

Benedicto XVI celebrará el próximo día 19 de abril el séptimo aniversario de su elección como sucesor del apóstol Pedro en el cónclave celebrado en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II. EFE