El Fondo Monetario Internacional (FMI) puso de relieve hoy lo que consideró como “las implicaciones financieras potencialmente muy grandes del riesgo de longevidad” que se refiere a que la gente viva más de lo esperado.

 

“A medida que las poblaciones envejezcan en las próximas décadas, consumirán un porcentaje creciente de recursos, ejerciendo presión sobre los balances públicos y privados”, sostuvo el FMI en su Informe sobre la estabilidad financiera mundial (GFSR).

 

Señaló que “la longevidad inesperada más allá de estas proyecciones de base constituye un riesgo financiero para los gobiernos y las entidades que ofrecen prestaciones jubilatorias definidas, que tendrán que pagar más de lo esperado en pensiones y prestaciones de la seguridad social.

 

La directora asistente del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI, Laura Kodres, dijo en una rueda de prensa que aunque es cierto que el riesgo de la longevidad no está ahora en las primeras planas el tema “no debe ser relegado a la última página”.

 

Como otros asuntos de pensiones, en el caso del riesgo de la longevidad, “mientras más tiempo se ignore más difícil será resolverlo, sostuvo la funcionaria, que sugirió la adopción de medidas modestas para abordar el asunto.

 

“El tiempo de actuar es ahora”, agregó Kodres, quien afirmó que a muchas personas se les recomienda ahorrar a partir de los 20 años, pero muchos esperan hasta los 40 o 50 años y encuentran muy difícil ahorrar.

 

La expectativa de vida se ha incrementado en el mundo de un promedio de 48 años en 1950, a 60 años en 1980 y cerca de los 70 años en 2010, de acuerdo con el informe.

 

Indicó que entre los gobiernos y las entidades que ofrecen pensiones “son contados los que reconocen debidamente el riesgo de longevidad; y los que lo hacen descubren que es grande”.

 

De acuerdo con el reporte, si el promedio de vida aumentara para 2050 tres años más de lo que se espera hoy los costos del envejecimiento, que ya son enormes, podrían aumentar 50 por ciento.

 

El reporte sostuvo que en el caso de los planes privados de pensiones de Estados Unidos ese aumento de la longevidad podría elevar los pasivos jubilatorios alrededor de 9 por ciento.

 

Señaló que como el total de pasivos por pensiones es voluminoso, las empresas que organizan los planes de pensiones tendrían que multiplicar varias veces sus contribuciones anuales normales, en términos generales, para poder afrontar esos pasivos adicionales.

 

Recomendó a los gobiernos que reconozcan el significativo riesgo de longevidad al que los exponen los planes de prestaciones definidas para sus propios empleados y los sistemas de seguridad social para las personas de edad avanzada.

 

Señaló que el riesgo debe estar debidamente distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el gobierno, y que se puede recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo.