Ante  más de 400 mil personas congregadas en el Parque Bicentenario de Silao, en el estado de Guanajuato, Benedicto XVI señaló que el pueblo mexicano atraviesa por momentos de dolor.

 

Tras hacer un largo recorrido en el Papamóvil, que duró casi 30 minutos y lo llevó a estar en contacto con la mayoría de los feligreses presentes, el líder católico se retiró a la sacristía donde se preparó para el inicio de la ceremonia eucarística.

 

Desde el altar mayor del Parque el obispo de Roma introdujo la celebración en la cual participan unos 250 cardenales, más de 100 obispos de México y los presidentes de las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y del Caribe.

 

Junto a ellos se cuentan prelados de todo el Continente Americano además de tres mil sacerdotes. La misa es animada por una orquesta de 60 músicos y un coro compuesto por 200 personas.

 

Unas 60 pantallas gigantes permiten a los presentes seguir todos los detalles del rito.

 

Durante la misa el obispo de Roma pronunciará un sermón y, al finalizar la misma, entorno del mediodía, rezará la oración mariana del Angelus Domini tras la cual dirá unas palabras.

 

Según lo previsto, Joseph Ratzinger regalará a la arquidiócesis local un mosaico de grandes dimensiones con la figura de Cristo Rey y bendecirá 91 reproducciones de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, las cuales serán distribuidas en todas las diócesis de México.

 

Finalizó su omilía llamando a la “Paz, concordia, justicia y solidaridad”. (Notimex)