El próximo domingo tendrá lugar la votación por parte de la Asamblea Federal para elegir al nuevo presidente en Alemania, al tiempo que el candidato Joachim Gauck, de origen germanoriental, se perfila como favorito para ocupar el puesto.

 

En caso de que el político de 72 años reciba los votos de todos los partidos que lo apoyan, entonces contaría con por lo menos un 88.7 por ciento de las papeletas para ser electo presidente de Alemania.

 

Cuatro de las cinco fracciones parlamentarias brindan su apoyo a Gauck, quien participó de forma activa en el movimiento ciudadano de la ex República Democrática Alemana (RDA) que promovió la revolución pacífica previa a la caída del Muro de Berlín.

 

Gauck, quien no pertenece a ningún partido, es el candidato de las fuerzas políticas que conforman la coalición de gobierno, Unión Demócrata Cristiana (CDU) y Partido Liberal (FDP), así como de los opositores socialdemócratas y Verdes.

 

El político se convirtió en una figura central tras la Unificación alemana el 3 de octubre de 1990, al ser nombrado director de la Oficina encargada de la investigación de las Actas del Servicio Secreto (Stasi) de la RDA, puesto que ocupó durante 10 años.

 

El ahora candidato para la presidencia ha participado de forma continua en el diálogo social político en Alemania, y ha sido premiado en varias ocasiones por sus publicaciones.

 

El partido La Izquierda presentará a su propia candidata para la presidencia: Beate Klarsfeld, a quien se le conoce como “cazadora de criminales de guerra nazis”.

 

Klarsfeld se hizo famosa cuando en 1968 dio una bofetada al entonces canciller federal, Kurt Georg Kiesinger, dado su pasado nazi.

 

El extremista de derecha Partido Nacionalista de Alemania (NPD) presentará asimismo por su parte como candidato a Olaf Rose, un miembro de su fracción parlamentaria en Sajonia.

 

Se prevé que Gauck obtendrá en la primera vuelta la mayoría absoluta, por lo que no se esperan grandes sorpresas durante la votación, al contrario de lo que sucedió durante la última Asamblea Federal en junio 2010.

 

El futuro presidente de Alemania se dirigirá al término de esa ceremonia a la sede de la Presidencia en el Palacio Bellevue, ubicado en las cercanías del Reichstag, donde será recibido con honores militares. (Notimex)