Agnes Torres Hernández, activista transgénero, fue asesinada y abandonada en una barranca en Atlixco, en Puebla.

 

Trascendió que el sábado se encontró el cuerpo de una persona transexual  en la barranca denominada Xaxocuapatle, al parecer 14 horas después del crimen.

 

El cadáver fue hallado semidesnudo y presentaba signos de tortura como diversas quemaduras y una herida en el cuello que presuntamente fue la que causó el deceso.

 

Desde las 19:00 horas del domingo,  amigos de Agnes reportaron su desaparición a través de las redes sociales Facebook y Twitter.

 

Varios usuarios coincidieron en que la última vez que vieron a la activista fue el viernes por la noche, pues asistiría a una fiesta en la comunidad de Chipilo, cercana a Atlixco.

 

No obstante, la madrugada de este lunes, la hermana de la víctima informó sobre el deceso.

 

Organizaciones no gubernamentales así como el colectivo LGBTTI en Puebla repudiaron el hecho, catalogándolo como un  “evidente crimen de odio”.

 

La asociación civil Vida Plena “No Dejarse es Incluirse” emitió un comunicado de prensa en el que exigió a las autoridades competentes que el caso no quede impune.

 

“Nos ofende la omisión y la insensibilidad que la Procuraduría General de Justicia de Puebla demostrada ante las decenas de ´homofobicios, transfobicidios y lesbofobicidios´ (…) Exigimos que este crimen sea resuelto de manera tal como si hubieran asesinado a la esposa , la madre o la hija de un gobernador o legislador”, cita la misiva.

 

Agnes Torres era psicóloga por la Universidad Veracruzana, fue representante de diversas organizaciones como Humana Nación Trans.