Aunque la concesión para el manejo durante 25 años de una planta de biogás en el Bordo Poniente empezará el 31 de julio próximo, algunos expertos prevén que esta instalación operará al 100% sólo durante los primeros cinco años.

 

Después de ese lapso se empieza a terminar el alimento para las bacterias que producen el metano. Hay que tomar en cuenta que si los primeros cinco años una planta de este tipo produce de cuatro a cinco megawatts, “después del quinto año te va a empezar a producir tres y así paulatinamente hasta quedarse en cero”, dijo Javier Aguillo, experto en plantas de biogás de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

El especialista destacó los beneficios del proyecto que permitirá reducir los gases de efecto invernadero (GEI) que llegan a la atmósfera de la Ciudad de México y aprovechar el hundimiento de 13 metros sobre la superficie que tiene el tiradero, lo que representa un grave riesgo para el medio ambiente.

 

De acuerdo con la autoridad capitalina, en el Bordo Poniente hay 70 millones de toneladas de basura que producen al año más de 1.5 millones de toneladas de gas metano que se respira en la ciudad, convirtiéndolo en responsable de más de la cuarta parte de la contaminación en la ciudad.

 

“En este aspecto tiene muchos beneficios, pero si están pesando en utilizar el biogás para abastecer de electricidad al metrobús y al alumbrado público, ya deben de ir pensando también en otras formas de generar electricidad conforme vaya disminuyendo la capacidad de la planta del bordo para no colapsar al sistema de transporte, ni tener que regresar a abastecerse de la red de la CFE”, advirtió el académico.

 

Aunado a esto, dijo, dijo que el gobierno del DF debe ser muy cuidado al elegir a la empresa ganadora del proyecto -según información oficial hasta ahora existen 50 interesadas-, pues si la captura y quema de metano no son adecuadas, este contaminante en lugar de convertirse en CO2 durante el proceso se puede convertir en un contaminante 21 veces más potente porque al entrar en combustión tiene el poder de absorber el poder calórico del sol.

 

“Ése es el principal riesgo que yo veo (…) pero también es cierto que puede ser más barata la generación de electricidad por métodos tradicionales que por biogás”.

 

Un diagnóstico realizado por Instituto de Investigaciones Energéticas en 2008 determinó que es posible instalar y operar en el bordo una planta con capacidad de 62.5 MW, con una generación anual promedio de 500 millones de MWh durante los próximos 20 años. Lo cual sería suficiente para abastecer 50% del alumbrado público, 20% para el Metro, 15% para el bombeo de aguas residuales y 15% para otros usos.

 

José Alberto Couttolenc Güemez, presidente de la Comisión de Preservación del Medio Ambiente y Protección Ecológica y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa afirma que el biogás produce menos electricidad que el gas LP, por lo que producir electricidad en esta planta resultará más caro que la que actualmente produce la CFE. Cada tonelada de biogás produce de 4 a 5 kilojoules, mientras que una tonelada de gas LP produce 20.

 

Además, los costos de cogeneración por kilowatt hora son más altos que los que se producen con sistemas tradicionales: la cogeneración se estima en un promedio de 1.78 pesos por kilowatt hora, mientras que la generación tradicional tiene un costo promedio de 1.29 pesos.

 

“Vamos a comprar energía más cara. Yo tenía la esperanza que el gobierno sí iba a hacer su trabajo y ya que pasó el tiempo siguen confundiendo, quieren hacer aparentar que el problema es el biogás”, dice el legislador.

 

En este aspecto falta también analizar el proyecto completo que va desde la construcción de la planta de biogás hasta el anunciado acuerdo metropolitano con el Estado de México para el manejo integral de la basura. A países como Brasil les tomó seis años solucionar un problema similar al que vive el Distrito Federal. Héctor Castillo Berthier, del Programa de Estudios Metropolitanos y uno de los expertos en el tema afirmó que aunque el DF logre un acuerdo con su vecino, el problema no se solucionará en el corto plazo.

 

Explicó que en el caso brasileño no sólo se hicieron los estudios técnicos, con los que ya cuenta el GDF, sino que también se analizó con todos los sectores productivos cómo sacar provecho de la basura, con los sectores sociales cómo fomentar el reciclado, la separación de basura, pero sobre todo, cómo hacer más eficiente el servicio de recolección.

 

Pero hasta ahora, a su juicio, los esfuerzos en la materia no han permeado más que nada por la falta de confianza entre la ciudadanía de que el problema tiene solución.

 

Para ilustrar

 

 

Las interesadas

 

De Reino Unido

Biogas Technology

 

ENER-G Natural Power

 

Environmental Resources Management, Ltd. (ERM)

 

 

De España

Grupo Sodes

URBASER, S.A., del GRUPO ACS.