Entre los 30 reos fugados del penal de Apodaca, Nuevo León, se encuentran dos jefes de plaza, un ex regidor del PRI, seis narcomenudistas y un secuestrador, presuntamente vinculados con Los Zetas.

 

 

Y entre los 44 presos asesinados la madrugada del domingo en ese penal, se encontraban dos halcones -informantes del narcotráfico-, dos secuestradores, un sicario y un joven que participó en una balacera contra policías en una colonia de Monterrey, Nuevo León. Aparentemente estaban vinculados con el Cártel del Golfo, hoy grupo enemigo de Los Zetas.

 

 

Quien de acuerdo con las autoridades estatales era el más peligroso de los fugados, es Óscar Manuel Bernal Soriano, líder zeta de la plaza de Monterrey, detenido el 22 de octubre de 2010 por el Ejército mexicano, acusado de haber participado en la ejecución del secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, el general Juan Arturo Esparza, ocurrido en diciembre de 2009.

 

 

Entre los antecedentes de Bernal Soriano, alias La Araña o Spider, está el haber pertenecido a una banda de asaltantes conformada por policías.

 

 

En abril del año pasado, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) obtuvo de un juez de distrito la orden de aprehensión en contra de este sujeto, por delincuencia organizada, portación de arma y delitos contra la salud.

 

 

Otro jefe de plaza de ese cártel, entre los fugados, es Rogelio Chacha Quintanilla, alias El Yeyo, quien operaba una célula en el municipio de Guadalupe, dedicada a la venta de droga y a la extorsión.

 

 

Cuando ocurrió su detención en diciembre de 2010, estaba con otras seis personas, entre ellas Héctor Ruzbel Huerta, El Chester, también en la lista de prófugos, por los cuales el gobierno de Nuevo León ofrece 10 millones de pesos de recompensa a cambio de información sobre su paradero.

 

 

Otro de los fugados es el ex regidor de Apodaca en el ayuntamiento 2006-2009, el priista Jesús Manuel Santiago Ordaz, detenido el 10 de marzo de 2010 por el Ejército mexicano. Al ex integrante de ese cabildo se le decomisó una camioneta robada, tres pistolas calibre 9 milímetros, y se le acusó de narcomenudeo y posesión de cocaína.

 

 

Adán Sáenz también forma parte del listado dado a conocer ayer por el gobierno de Nuevo León; él era uno de los principales distribuidores de droga en la zona oriente de Monterrey, y fue detenido junto con su esposa y su sobrina, en posesión de un kilogramo de cocaína. Se le aseguraron, además, tres vehículos de lujo.

 

 

Otros narcomenudistas que son parte de los 30 reos que se evadieron con la complicidad de 18 custodios y autoridades del penal de mediana peligrosidad, son Darío Rosas López, José Isidro Cruz Villarreal, Juan Cristóbal Flores Alcorta y Juan Francisco Argüello Pastrana. Este último estaba sentenciado a 11 años de cárcel por los delitos de narcomenudeo de cocaína y mariguana.

 

 

Otro nombre que aparece es el de Rubén Méndez Gastélum, sujeto a proceso penal por el delito de secuestro.

 

 

José Ricardo Barajas López, ahora prófugo, había sido sentenciado por un juez local a 25 años de prisión por haber matado a golpes a un vecino.

 

Los asesinados

 

Por otra parte, Osiel Guadalupe Moreno, alias El Flaco, y Diego Tamez Escalona, La Tortu, fueron dos de los reos 44 asesinados cuando hasta el dormitorio Delta de la cárcel de Apodaca llegaron integrantes de Los Zetas a atacarlos.

 

 

Ambos fueron detenidos el 10 de octubre de 2011; llevaban seis armas largas, 42 cargadores y más de 3 mil cartuchos útiles. Tras ser aprehendidos, dijeron ser parte del Cártel del Golfo, actuar como sicarios y operar como halcones, además de participar en secuestros en la región de Montemorelos, Nuevo León.

 

 

Mientras tanto, Édgar Vera Martínez, y Jesús Santiago Sánchez, fueron aprehendidos por el delito de secuestro en una casa de seguridad.

 

 

Bernardo Villanueva Anaya fue detenido junto con otros dos hombres, en posesión de armas largas y cortas; los tres portaban pasamontañas.

 

 

Funcionarios involucrados

En rueda de prensa, la mañana de ayer el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, estableció que de los 30 fugados, 25 estaban presos por delitos del fuero federal y cinco por ilícitos del fuero común.

 

 

También dijo que 18 de los custodios y celadores que estaban de turno en el momento de la fuga, están sujetos a investigación por su presunta participación en la evasión de los reos que ocurrió mientras se desataba una riña que dejó 44 internos asesinados.

 

 

El mandatario dijo que cuatro funcionarios fueron cesados por la fuga de ese centro penitenciario: el director y el subdirector del penal, Gerónimo Miguel Andrés Martínez y Juan Hernández Hernández, así como el comisario general de la Agencia de Investigación Penitenciaria, Ernesto García Guerrero, y el jefe de Seguridad, Óscar Devece Laureano.