En un inusual discurso, con motivo del día de la lealtad, Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa, pareció dar a conocer un reporte de la situación en que recibirá al país quien resulte triunfador en las elecciones de julio próximo.

 

En una suerte de “parte de guerra” del sexenio que está por terminar, el general secretario dijo que el presidente Calderón es un hombre “sensible, valiente y honesto” y advirtió que la institución que preside “está con México en las buenas y en las difíciles”.

 

Luego alertó que “es menester reconocer que la seguridad interior se encuentra seriamente amenazada” y sostuvo que “es evidente que en algunas latitudes del territorio nacional, el espacio de la seguridad pública está totalmente rebasado”.

 

Finalmente, explicó que reconocer los errores en la estrategia de combate al crimen organizado es un asunto de lealtad, como también lo es “el aceptar las recomendaciones que nos hacen los organismos competentes […] sancionar a los infractores comprobados y reparar el daño causado”.

 

¿Cuál parece ser el mensaje del secretario de la Defensa?

 

 

LA GUERRA DEBE SEGUIR

En realidad Galván Galván reportó la situación que enfrenta el país y recibirá el presidenciable que resulte ganador; sea Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y/o Andrés Manuel López Obrador. Con ello, confirmó que la guerra contra el crimen no es una guerra del gobierno en turno, sino que será una lucha también del que llegue.

 

Pero no solo resulta significativo el mensaje –por haberse formulado el día de la lealtad –, sino porque el del combate al crimen, la seguridad y el avance de las bandas criminales y del narcotráfico, es uno de los temas centrales que ocupa y preocupa a los tres candidatos presidenciales.

 

Es decir, que tanto Peña Nieto, como Vázquez Mota y López Obrador, han abordado el tema en distintos tonos, con diferente intensidad y con intereses diversos, sobre todo, en lo relativo a la participación del Ejército Mexicano en la lucha contra la violencia, la inseguridad y el crimen organizado.

 

Por eso, el secretario Galván no solo ratificó la lealtad de las fuerzas armadas al Presidente Calderón; sino que descartó la hipótesis de que existe inconformidad, enojo y explotación de las instituciones castrenses, al tiempo que rechazó que estén actuando sin tener convicción del papel y el momento que les ha tocado jugar.

 

 

AMLO, IRRESPONSABLE

Llama la atención, en especial, que el secretario pareció responder a Andrés Manuel López Obrador, sobre todo cuando el dos veces candidato presidencial ha incurrido en la irresponsabilidad –al estilo de Fox y sus quince minutos–, de prometer que “en 6 meses” sacará al Ejército de las calles y regresará a sus efectivos a los cuarteles.

 

Con una ligereza que ofende a los millones de mexicanos que ven en el Ejército al único instrumento de contención contra los criminales en no pocas regiones del país, el candidato de las izquierdas supone que emplear al Ejército en la tarea de policías, es una suerte de capricho o de ocurrencia, con lo que demuestra lo poco serio de su candidatura y de sus propuestas.

 

Y es que si analizamos con cuidado el reporte del secretario de la Defensa, sin duda llegaremos a la conclusión de que durante muchos meses prácticamente sería imposible excluir a las fuerzas armadas de la lucha contra la violencia, el crimen y el narcotráfico. Por lo menos en el mediano plazo, ya no se diga en seis meses, como propone López Obrador. ¿Por qué?

 

Porque regiones completas del país están en manos del crimen, porque gobiernos municipales, estatales y policías de los tres órdenes han sido penetrados por las mafias del crimen, en tanto que buena parte del país sigue siendo víctima del avance de las bandas criminales –que incorporan territorios a su espacio de control–, y porque hasta hoy no se ha logrado crear una policía nacional confiable, que es una de las condiciones para sacar a los militares de la tarea de policías.

 

 

CONCIDENCIA CON PEÑA

Acaso por eso, el secretario Galván ratificó que “la seguridad interior del país se encuentra seriamente amenazada”, ¿Qué quiere decir eso?. También en este caso el mensaje está a la vista de todos.

 

Es decir, que en la inusual autocrítica que exhibió Galván Galván, reconoce que fue insuficiente el trabajo realizado por el gobierno federal; que la lucha contra el crimen tiene aún mucho por delante, y que las instituciones encargadas de la persecución de los delitos están lejos de ser eficaces. Eso supone, si entendimos bien el mensaje, que el Ejército permanecerá en las calles aún por mucho tiempo.

 

Y de alguna manera ese ha sido el mensaje del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, quien ha propuesto –igual que López Obrador –, el regreso de los militares a sus cuarteles pero –a diferencia del locuaz tabasqueño-, el mexiquense propone que el regreso se haga a partir de un análisis casuístico y regional.

 

Peña Nieto ha reconocido, incluso, que no es posible retirar al Ejército en entidades y regiones del país en donde la violencia parece incontenible, ya que las fuerzas militares son la última barrera capaz de defender a los ciudadanos frente a las bandas criminales. Más aún en el primer recorrido que realizó Peña Nieto por el país, recibió reclamos de que no saque al Ejército en distintas entidades y regiones de México.

 

 

RESPETARÁN A UNA COMANDANTA

El mensaje de Galván Galván también pareció alcanzar a la que, eventualmente, se podría convertir en la primera presidenta de los mexicanos; Josefina Vázquez Mota.

 

Como no había ocurrido en otro mensaje de un secretario de La Defensa, el general secretario pareció aclarar que las instituciones castrenses serán respetuosas, en el caso de que los mexicanos elijan como presidenta a una mujer.

 

Precisó: “Somos leales a la mujer que aspira a su desarrollo y a ejercer su legítimo derecho para contar con un proyecto de vida, al sumarnos con determinación y entusiasmo, a las políticas del Gobierno Federal que impulsan la equidad de género”.

 

Vale recordar que la candidata presidencial del PAN también se ha referido al tema de la permanencia o no del Ejército en las calles en la lucha contra el crimen. En un tono similar al expresado por Peña Nieto, la Señora Vázquez Mota ha ratificado el esfuerzo y la prioridad que el presidente Calderón le dio a la lucha contra el crimen y la violencia, y ha dicho que es una lucha que no se puede abandonar.

 

¿SE ACUERDAN?

La semana que termina estuvo llena de reencuentros. Por un lado Josefina Vázquez Mota se sentó a la mesa con Calderón y Cordero. Por el otro, Obrador sonrió para la misma foto que Cuauhtémoc Cárdenas.

 

Sin embargo, a la semana del 4 al 10 de febrero de 2006, la recordamos más bien por los “divorcios” ocurridos.

 

Felipe Calderón dio la espalda a Vicente Fox y a su mujer. Aseguró que el problema de los hijos de Martha Sahagún era de ellos y no del PAN.

 

De igual forma, Roberto Madrazo aseveró que “el único problema que tiene Arturo Montiel es Arturo Montiel” y sólo él podría aclarar el escándalo a su alrededor.

 

En otros temas, podría ser que el espionaje que hace días denunciaron los diputados no sea un novedad.

 

Según Gerardo Fernández Noroña, entonces era vocero del PRD, su partido tendría perredistas vestidos de panistas en los círculos más cercanos a Calderón ¿será?

 

ricardo.aleman@24-horas.mx | @ricardoalemanmx