El fabricante de los implantes mamarios defectuosos PIP, Jean-Claude Mas, ha sido imputado por una juez de Marsella por su presunta responsabilidad en la comercialización de una silicona potencialmente dañina y quedó en libertad bajo control judicial, informaron hoy fuentes judiciales.

 

Mas, de 72 años, fue imputado anoche por heridas involuntarias y quedó con el estatuto de testigo asistido (que deja abierta la puerta a una acusación posterior) por el cargo de homicidios involuntarios, este último referido a una relación causa-efecto entre los implantes PIP y algunos casos de cáncer, vinculación que por ahora no ha podido demostrarse.

 

La juez de instrucción Annaïck Le Goff, ante la que declaró durante varias horas en Marsella (sureste de Francia) le impuso una fianza de 100 mil euros para salir del tribunal libre, pero bajo control judicial, según explicaron la defensa y la Fiscalía.

 

Durante su comparecencia ante la magistrada instructora, el fundador de PIP reconoció que tendría que haber certificado el material utilizado para rellenar las mamas, escogido porque era más barato, pero también responsabilizó a otros directivos y encargados de la planta de la empresa en La Seyne-sur-Mer, que conocían como él la composición de los implantes.

 

Hoy está previsto que comparezca ante la juez la presidenta de la asociación PPP, Alexandra Blanchère, que defiende en Francia los intereses de víctimas de este escándalo, como ayer lo hizo Murielle Ajello, al frente del Movimiento de Defensa de Mujeres Portadoras de Implantes y Prótesis.

 

En Francia se tiene constancia de 20 casos de cáncer en mujeres a las que se puso la silicona PIP, aunque no hay pruebas científicas de que exista una relación.

 

Aparte de la instrucción de Le Goff, Mas es objeto de otra investigación judicial por “engaño agravado” que debería conducirle ante un tribunal a finales de año. (EFE)