La sobrepoblación de ardillas en el la zona de los Viveros de Coyoacán en el Distrito Federal se extendió a zonas cercanas como El Parque Hundido, en la colonia del Valle y el Bosque de Tlalpan, lo que ya provocó apagones y daños a las plantas, informó Francisco García, director general de gestión forestal y suelos de la Semarnat.

 

Sin embargo, no existen motivos para preocuparse pues aunque existe una sobrepoblación, aún no alcanza la dimensión de plaga que tiene en ciudades como Londres, Nueva York y zonas rurales de Argentina donde las ardillas provocan daños importantes a los parques, redes de electricidad y telefonía, así como a los cultivos.

 

En el caso del Distrito Federal, hasta ahora sólo se cuenta con datos concretos del Parque de los Viveros, bajo resguardo de Semarnat. En esta zona de aproximadamente 39 hectáreas, lo ideal sería tener una población de 3.8 ardillas por hectárea y lo que se tiene ahora es una población 10 veces más grande.

 

La población de estos roedores “todavía no implican riesgo de salud pública, se les han practicado exámenes y no presentan ninguna bacteria que pueda causar daño al humano”, garantizó el funcionario, sin embargo, las ardillas ya han causado una merma de entre 20% y 25% a los brotes frescos de plantas en los Viveros, uno de los principales pulmones de la capital del país (al año se producen un millón de plantas en el lugar).

 

Por otro lado, también provocaron molestias a los vecinos porque se comen las coberturas plásticas de los cables, lo que en los últimos dos años ya provocó cuatro cortos ciruitos. Estos animales se comen los cables del sistema eléctrico de los autos. Tres funcionarios de Semarnat tuvieron daños en sus vehículos por esta causa, relató Francisco García.

 

“El otro día llegué a mi casa y había una ardilla adentro y no la podíamos sacar, después brincó y se fue al poste de luz”, comenta Ana Rosas, una vecina de la colonia Narvarte.

 

Una de las causas de que exista sobrepoblación de ardillas es que a pesar de que hay letreros, pósters y programas de recordatorio a la ciudadanía de que no las alimenten, las alimentan porque se acercan a uno a pedirle comida. Se estima que los Viveros tienen una afluencia diaria de 39 mil visitantes, por lo que las ardillas también están sobrealimentadas.

 

Hay otro factor que es el biológico, en un bosque existen aves rapaces como los halcones que al buscar alimento muchas veces encuentran en algunos roedores su fuente principal y en DF “no tenemos ese tipo de aves”, comenta el funcionario.

 

A más tardar en abril, la Semarnat espera iniciar un programa para reubicar mil 500 ardillas de los viveros de Coyoacán. Actualmente se buscan lugares boscosos con las condiciones adecuadas para que el roedor pueda sobrevivir. La reubicación podría tardar hasta dos años.

 

En el caso de la sobrepoblación que existe en el resto de las delegaciones del DF, expresó que es responsabilidad local controlarla, pero en caso de que pidan la colaboración de la dependencia federal, pueden existir acciones coordinadas para dañar lo menos posible a los roedores.

 

La Semarnat pide a los vecinos de estas zonas que si detecta la presencia de alguno de estos animales en sus casas no los maltrate o trate de confrontarlos ya que la herida producida por la mordedura, aunque cicatriza, puede tener una infiltraciones al organismo que en ocasiones se ulcera provocando hipertrofia de ganglios linfáticos, también puede ser transmisor de la rabia. Lo más recomendable es que llame a su delegación o al número de emergencias capitalino 060 para que le den información y de ser necesario acuda una cuadrilla a retirar el animal.

 

En Londres y Nueva York

Las ardillas grises, originarias de Norteamérica, que importaron los británicos en los años setenta del siglo XVIII para adornar los jardines, terminaron invadiendo buena parte del Reino Unido. Son además portadoras de un virus que resulta mortífero para las rojas nativas.

 

De acuerdo con la organización inglesa Country Land and Business, se calcula que hay actualmente tres millones de ardillas grises en ese país, frente a sólo 120 mil o 160 mil rojas, en su mayoría en Escocia. El daño que las ardillas grises causan a la masa forestal se estima en mil 140 millones de euros como mínimo al año (alrededor de 20 mil millones de pesos).

 

En América, en ciudades importantes de Estados Unidos, como Nueva York y Washington, la ardilla gris forma parte del paisaje urbano. En la primera es común observar gran cantidad de ardillas en Central Park, aunque sin duda el mayor problema para los neoyorquinos son las ratas. Leyendas urbanas aseguran que hay hasta 100 millones de estos roedores en esta ciudad de 8.5 millones de habitantes, lo que equivaldría a más de un millón por cada persona.