Los viejos patrones migratorios en México y América Latina están cambiando a medida que los migrantes se desplazan por una amplia gama de ciudades y países, creando oportunidades así como retos regionales.

 

Un reportaje publicado este viernes en The New York Times, puso como ejemplo la localidad de Santa María Atzompa en México, donde sus antiguos residentes ven como cada día aumentan los recién llegados.

 

A éstos los describen como jóvenes trabajadores de la construcción que reducen los salarios y con hijos que inundan las ya sobrepobladas escuelas.

 

Asimismo, señaló el diario, se han abierto nuevos negocios como restaurantes y clubes nudistas, que cambian la apariencia de la localidad.

 

El Times indicó que este modelo de choque social, que es bastante familiar en varias ciudades de Estados Unidos, ahora lo es en poblaciones como Santa María Atzompa, ubicada en las cercanías de la ciudad de Oaxaca, a donde están llegando mexicanos de otras regiones.

 

Marcelino Juárez, de 61 años de edad y artesano en el mercado de la cerámica local, comentó al diario que antes de que los nuevos “migrantes” llegaran al pueblo todo era más tranquilo. “Ellos traen complicaciones, no traen beneficios”, según sus palabras.

 

Según el rotativo, esta inquietante movilización se registra en varias ciudades y países de la región, creando enfrentamientos entre los antiguos y los nuevos residentes, así como presión por el empleo y el impulso a las naciones para reescribir sus leyes de inmigración.

 

El Times sugiere que estos desplazamientos regionales evitan en la actualidad la partida hacia Estados Unido.

 

Las detenciones en la frontera méxico-estadunidense cayeron en 2011 a su nivel más bajo desde 1972, lo que confirma que la inmigración ilegal, especialmente de México, llegó a lo que los expertos describen como una pausa significativa o el final de una era.

 

El cambio no solo es en volumen sino en dirección, ya que en 2010 casi dos millones más de mexicanos vivían lejos de sus lugares de origen comparado con la década anterior, según el censo mexicano.

 

Los expertos señalan que las salidas también se mantuvieron estables en los últimos años en Guatemala, El Salvador, Perú y otros países latinoamericanos que tradicionalmente han sido centros de migración.

 

El Times apuntó que los migrantes no siempre van a donde solían. Los mexicanos, por ejemplo, evitan cada vez más Estados Unidos y la región fronteriza, así como su propia capital, y se están moviendo hacia ciudades más pequeñas y seguras como Mérida, Oaxaca o Querétaro.

 

Expertos citados por el diario señalaron que más guatemaltecos también se establecieron en México tras varios años de pasar por ahí durante su travesía hacia el norte.