La responsabilidad en el “juego democrático” es de todos. Y para una “buena llegada a puerto de los procesos electorales”, es necesario que los actores que participan en los procesos electorales no “politicen” un tema como lo es el narcotráfico o el crimen organizado y no caigan en la “estridencia”, aseguró Lorenzo Córdova, uno de los tres consejeros electorales recién elegidos -después de más de un año de que la Cámara de Diputados no se pusiera de acuerdo- para completar el Consejo General del IFE.

 

Esto, después de que hace unos días, el presidente Felipe Calderón asegurara que la intervención del narcotráfico en las elecciones era “palmaria y evidente”.

 

“El tema del crimen organizado, es un tema que es presente y real, pero es un tema transversal, no solamente tiene que ver con las cuestiones electorales, sino que los partidos, los candidatos, los mismos ciudadanos y los medios de comunicación deben procurar no politizar un tema que debe ser de Estado, es decir, que debe ser transversal a todos los intereses políticos y no como un tema de partido”, explicó Córdova. Así, algo que habrá de cuidarse en las próximas elecciones, es no caer en la “estridencia”, asegura.

 

El consejero recién electo -investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM-, afirma que la dimensión con más flaqueza y debilidad del IFE es la relacionada con la toma de decisiones políticas. “Eso, por obvias razones, me refiero al hecho de que no haya habido una integración adecuada del Consejo General durante más de 13 meses, inevitablemente impone, no quiero decir flaqueza pero sí vulnerabilidad”, explica.

 

Su gran compromiso como consejero, asegura, es apegarse a lo que rigió la conducta de un IFE que logró colocarse en décadas anteriores en “los más altos índices de aceptación y credibilidad pública: Aplicar la ley sin estridencias pero sin excesos ni defectos”.

 

El IFE tiene el desafío que enfrenta cada elección: “inyectar confianza, credibilidad, certeza, transparencia en los procesos electorales, y consecuentemente, la absoluta convicción y certeza a los ciudadanos de que su voto cuenta”.

 

El consejero, el cual sesionó por segunda ocasión ya en la “herradura”, en el salón del Consejo General del IFE el viernes pasado, habló de las elecciones de Michoacán -las últimas antes de que inicien las elecciones de 2012- y lo calificó como un proceso que “entrega buenas cuentas a la sociedad” y de “participación copiosa”.

 

“Sí ha habido candidatos que han sido asesinados, sí ha habido funcionarios públicos que han sido ejecutados, sí ha habido casos en los que no se ha logrado presentar ni siquiera candidatos, pero tampoco hay que generalizarlo como una situación ordinaria en la vida electoral del país”, y en este sentido, dijo, “hay que hacernos cargo del problema para impedir que este fenómeno de la inseguridad acabe volviéndose el paisaje de la normalidad”.

 

Sin embargo, este “hacernos cargo” no abarca responsabilidades que no le corresponden al IFE, sino más bien va en un sentido de colaboración con las instituciones encargadas de otorgar seguridad a la ciudadanía: “Al IFE no le toca diseñar las estrategias del combate a la criminalidad organizada, ni de blindar las elecciones”.

 

En este sentido de colaboración, asegura Córdova, se encuentra inscrito el acuerdo que recién firmó el organismo electoral con la Secretaría de Gobernación en el que se busca “garantizar la seguridad, paz social y normalidad” de las elecciones del próximo año.

 

Así, el consejero pronostica “unas elecciones competidas, en las que todos los partidos desplegaran las estrategias posibles para intentar convencer la voluntad de los ciudadanos”; unas elecciones “que en términos generales parten de una base de equidad, intensas, que sin duda tendrá sus dosis de estridencia”. En este sentido, Córdova espera que en estas contiendas se privilegie el aspecto programático más que el de descalificación entre candidatos. Sin embargo, “esto ya quedará para los partidos”.