Hasta hace poco era un pueblo sepultado bajo la tierra y la sal de Israel, pero en los inicios del siglo I d.c Magdala fue la ciudad más prospera de toda la costa del mar de Galilea.

 

La Biblia refiere que, en algún momento, Jesús predicó en la sinagoga de este lugar; algunos historiadores dan cuenta de que esta figura, central dentro del cristianismo, visitó todos los pueblos que estaban a la orilla del mar.

 

También es el lugar donde nació María Magdalena, quien fue liberada por Jesús de los siete demonios que en ella habitaban, según narra el evangelio de San Lucas. De hecho, su nombre real no era María Magdalena, sino María de Magdala.

 

El reciente descubrimiento de esta antigua ciudad se ha convertido en el mayor hallazgo de Israel en los últimos 50 años, y son mexicanos los arqueólogos que trabajan para descubrir tres hectáreas de lo que hace casi dos mil años fue el pueblo más próspero de la región.

 

En 2009, al iniciar la construcción del Magdala Center –un hotel para peregrinos–, se encontró el primer vestigio arqueológico: la sinagoga donde se presume que Jesús predicó.

 

Después del hallazgo, Marcela Zapata, arqueóloga mexicana que trabaja en la Universidad Anáhuac del Sur, viajó a Oriente por invitación del padre Juan Solana –el director del hotel-. “En 2009 estuve trabajando con los arqueólogos israelíes (…), allí surgió la idea de hacer un proyecto para excavar, ya no a manera de arqueología de salvamento, sino en una arqueología científica, poder excavar tres hectáreas del pueblo de Magdala”, explicó en entrevista.

 

La especialista egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia de la UNAM destacó que es la primera vez que los mexicanos llevan sus conocimientos arqueológicos a ese país para hacer investigación científica de un pueblo bíblico.

 

El trabajo, dijo, no sólo consiste en desenterrar la ciudad, sino hacer el registro tridimensional de cada una de las piezas del lugar, estudiar la tierra y analizarla, para después hacer una interpretación de lo que fue la antigua Magdala.

 

Para esto, el equipo trabaja con Luis Barba, pionero de la geofísica en nuestro país. En los laboratorios del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, el arqueólogo analiza los primeros 60 kilos de muestras de tierra que Zapata envío a principios de 2011.

 

Magdala, sepultado por la tierra y la sal

De acuerdo con el historiador Flavio Josefo, en el siglo I d.c Magdala fue el puerto pesquero más importante de la región de Galilea. En el lugar se producían además objetos de vidrio como perfumeros, aceiteros, cosmetiqueros, que se comerciaban en otras regiones de Israel.

 

La ciudad fue abandonada por sus pobladores en años posteriores al 70 d.c. El historiador reporta que en el año 67 se registró una gran batalla entre romanos y habitantes del lugar, quienes intentaron impedir el paso de las tropas hacia Jerusalén.

 

El enfrentamiento terminó con una matanza de judíos y la destrucción del templo en el año 70. Posteriormente, la población dejó la ciudad para instalarse en Tiberiades o Cafarnaúm, ubicadas también en la región de Galilea.

 

“Hasta ahorita no tenemos evidencia de esa batalla. Lo que nosotros tenemos de muros colapsados es por el tiempo, no por alguna batalla. No nos hemos encontrado ningún arma, ninguna bala, no hemos encontrado ningún cuerpo que evidencie la batalla. Seguramente sí se dio esa batalla, pero no en el pueblo de Magdala, seguramente alrededor o afuera, porque está reportado que era un pueblo amurallado”, indicó Zapata.

 

Tampoco hay evidencia de que haya habido una ocupación posterior, por lo que el mar, la lluvia y la tierra enterraron aquel lugar. Ya en este siglo, la ciudad moderna de Magdala se construyó en las faldas del monte Arbel.

 

Un cambio en la historia

Con los hallazgos registrados en el lugar y su posterior interpretación los mexicanos podrían ser los primeros en descifrar las costumbres y la vida cotidiana de este pueblo. “Va a aportar muchos datos interesantes que nos van a ayudar a conocer un pueblo completo y sería el único pueblo completo en todo el mar de Galilea del siglo I y la información que proporcionará será muy rica”.

 

La conclusión del trabajo estaba programada para 2013, sin embargo, Zapata reconoció que les tomará más tiempo completar la excavación de los mil 400 metros cuadrados que faltan, además del análisis de las muestras.

 

En agosto de 2012 se presentará un avance de lo encontrado hasta ese momento y se definirá la segunda etapa del proyecto, ya que se excavará muy cerca de la sinagoga para establecer la relación entre los habitantes y la religión.

 

Al final, las ruinas de Magdala serán parte de una zona arqueológica abierta al público que, junto con el hotel de peregrinos, permitirá conocer la historia del que fue el pueblo más importante en los inicios de la era cristiana.

 

 

Los avances

 

120 kilos de tierra se han enviado a México para su estudio

 

800 monedas se han recolectado

 

529 voluntarios trabajarán durante dos años

 

3 hectáreas abarca la excavación

 

10 arqueólogos trabajan en el proyecto, tanto en México como en Israel