Ciudad Juárez es uno de los principales parámetros de éxito o fracaso de este gobierno. Marca alertas de riesgo en ciudades y pautas sobre modelos de recuperación. Sus políticas públicas no se repliquen pero sus fenómenos sociales sí.

 

En Juárez se hizo el primer experimento de combinación de política social y de seguridad. Tras acusar a las víctimas de la matanza de Salvarcar de ser pandilleros, se destinaron 3,000 millones de pesos a esta urbe que, enardecida, exigía justicia. Se montaron mesas de diálogo con autoridades de los tres órdenes de gobierno y ciudadanos, para distribuir los recursos. Aprender a dialogar y a tomar decisiones conjuntas tomó tiempo pero el trabajo conjunto, sociedad – autoridades, ha generado resultados interesantes.

 

Un ejemplo de innovación es el programa de readaptación social para jóvenes en la colonia Anapra, la más marginada de la ciudad, desarrollado por la mesa de seguridad. El 17 de Diciembre, se graduaran los primeros 30 jóvenes del curso “Ciudadanía Responsable” impartido por El DIF, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, El ICHEA con apoyo de Domino´s Pizzas. El modelo se basa en el concepto de “Maduración Asistida” desarrollado por Gustavo de la Rosa. Consiste en proporcionar a adolescentes pobres, que carecen del apoyo de sus padres, herramientas para construir una individualidad responsable y pertenencia comunitaria bajo la máxima del “Respeto al Derecho Ajeno”.

 

Los jóvenes están agradecidos. El programa parece exitoso. Ejemplifica la utilidad del trabajo conjunto sociedad-gobierno, el desarrollo de ideas nuevas y el establecimiento de mejores mecanismos de coordinación institucional. Por desgracia, en las condiciones actuales, la autoridad sola, no genera los mismos resultados. Un ejemplo es la seguridad pública, que es el tema más relevante de la ciudad: entre 2008 y 2011 hubieron 9,017 homicidios.

 

En 2008, el gobierno federal instaló en esa ciudad al ejército y a la policía federal. Ofrecieron que, mientras estuvieran las fuerzas federales a cargo de la Seguridad Publica, el municipio y Estado prepararían 3,000 y 2,000 policías, respectivamente, con perfil profesional.

 

En octubre de 2011, se retiraron las fuerzas federales. Sólo hay 900 policías municipales capacitados, 900 en proceso, y 50 policías Estatales. El alcalde argumenta que solo les alcanza para 1,800 policías. La tercera parte de la Ciudad más peligrosa del mundo quedo sin vigilancia pero el municipio invertirá 200 millones de pesos en mejorar una carretera que, literalmente, no lleva a ningún lado.

 

Juárez plantea una interesante disyuntiva. Se instrumento un modelo de política social innovador e incluyente con las mesas de dialogo, pero no se replico. El gobierno federal aportó millones para desarrollo social y de seguridad pero no logró llevar a las autoridades locales a hacer su parte.

 

Legalmente, la culpa es de las autoridades locales que priorizan mal su gasto. Políticamente, la responsabilidad es de los ciudadanos que no se revelan como “árabes en primavera”. El gobierno federal puede lavarse las manos, aunque eran los únicos que podían haber evitado este problema: al poner el dinero, podían haber impuesto mejor las condiciones de salida, pero subestimaron la importancia de fortalecer a las instituciones locales y no hicieron nada al respecto. Juárez tendrá que innovar o aguantar. La ciudad queda a su suerte hasta la próxima crisis, pero habrá que estar atentos porque Ciudad Juárez siempre tiene algo relevante que enseñar.

 

 @cullenaa | Fb: La caja de espejos