Desde el año 2008, la diplomacia estadunidense advirtió a su gobierno sobre el crecimiento y consolidación del cártel del Pacífico en México y Sudamérica, así como de sus mecanismos de corrupción y violencia que le permitieron ganar posiciones a grupos rivales, y resistir a su vez la ofensiva de las autoridades.

 

Una revisión hecha por 24 HORAS a la base de datos de Wikileaks, permitió ubicar por lo menos 76 cables diplomáticos dirigidos desde distintas embajadas y consulados a Washington, en los cuales se hace referencia directamente a la organización criminal que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán.

 

Las misivas, nueve clasificadas secretas (el máximo grado de seguridad), 35 como confidenciales y el resto como privadas, se sustentan en variadas fuentes de información, desde altos funcionarios de los gobiernos federales, hasta reportes de agentes encubiertos de la DEA, y datos extraoficiales de “informantes”.

 

Dos de cada tres cables, fechados entre el 2008 y 2010, tuvieron como origen la embajada de México y el consulado de Monterrey, y en ellos se abordan las disputas del cártel del Pacífico con otros grupos, el debilitamiento de los antagonistas, las actividades de la organización delictiva, según lo informado en encuentros bilaterales y la estrategia para combatirla, entre otros.

 

Por lo que corresponde a los reportes de la diplomacia estadunidense en Centro y Sudamérica, se hace mención a organizaciones de productores o traficantes de droga que operan o colaboran con el cártel del Pacífico, con especial énfasis en el trasiego de grandes toneladas de cocaína.

 

De la verificación se concluye que contrario a otras organizaciones, el grupo de El Chapo ha sabido moverse entre la presión de las autoridades, no sólo manteniendo sus rutas de abastecimiento de drogas, sino además apoderándose de nuevas plazas de distribución y trasiego hacia los Estados Unidos.

 

 

Cables en México: Chapo intocable

 

Los ex embajadores de Estados Unidos en México, Tony Garza y Carlos Pascual, así como el cónsul estadunidense en Monterrey, Bruce Williamson, son los autores de la mayoría de los cables enviados desde país, y en los que se aborda o por lo menos se menciona al cártel del Pacífico, a partir de la información de diversas fuentes.

 

Los hechos narrados y las acciones presumiblemente atribuibles al grupo de Guzmán Loera, evidencian su fortalecimiento frente a otros grupos como el cártel del Golfo o los Beltrán Leyva, así como los resultados negativos en los intentos por localizarlo y capturarlo, a diferencia de lo sucedido con otros capos.

 

Destacan dos cables de reuniones bilaterales de alto nivel: una de ellas relacionada con el encuentro que sostuvieron el 17 de febrero del 2010 el presidente Felipe Calderón y la secretaria de Seguridad Interna de los EU, Janet Napolitano, en donde la discusión se centró en torno a la violencia en Ciudad Juárez y a la seguridad aérea.

 

Según la misiva “México 000111” de Pascual, clasificada como confidencial, Calderón señalo que tres años atrás, el cártel de Juárez controlaba las rutas de tráfico de drogas a través de esa parte de la frontera; sin embargo, en los últimos meses, el cártel del Pacífico logró filtrarse a dicha zona y apoderarse de los corredores, trayendo consigo hechos de violencia entre sicarios.

 

El otro encuentro de importancia fue el que sostuvieron el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, con el director de Inteligencia Nacional de los EU, Dennis Blair, en octubre del 2009. La información del cable “México 003077”, clasificado como “secreto”, alertó de la capacidad operativa de El Chapo Guzmán.

 

Galván reconoció a su homólogo estadunidenses la dificultad de detener al capo, argumentando que contaba con un cuerpo de seguridad de más de 300 hombres, y la protección de mandos policiales locales de la zona noroeste del país. El Ejército había implementado una estrategia de tres pasos para lograr su captura, la cual sigue sin consumarse.

 

Por otro lado, en el cable “México 000193”, fechado el 23 de enero del 2009, la información recolectada por fuentes consulares estadunidenses advirtió del debilitamiento de la organización delictiva de los Arellano Félix frente al embate del cártel del Pacífico, así como del control de El Chapo en Chihuahua, Sinaloa y Baja California, tras diversos hechos de violencia.

 

Mientras tanto, en el cable “116943” clasificado como “secreto””, la Secretaría de Estado de los EU, consideró que Guzmán Loera ya tenía el control de Tijuana.

 

En la misiva diplomática “México 001766” fechada el 6 de octubre del 2008, el entonces embajador Garza puntualizó el debilitamiento del cártel del Golfo y de los Beltrán Leyva, y destacó que de acuerdo con fuentes de la embajada, El Chapo había proveído a las autoridades los datos que facilitaron la captura de Alfredo Beltrán Leyva.

 

El cable “México 00000093” fechado el 4 de febrero del 2010, escrito por Pascual, hace referencia a señalamientos extraoficiales respecto a un pacto de autoridades de Sonora con el cártel del Pacífico para mantener al estado sin hechos de violencia, a cambio de que se respetaran las operaciones ilícitas de la organización.

 

En el cable “Monterrey 00000213” del 5 de junio del 2009, clasificado también como “secreto”, el cónsul Ben Williamson hace un recuento de hechos violentos en el estado, destacando informes de la DEA respecto a acciones exclusivamente militares, en un intento por debilitar a la estructura de Guzmán Loera.

 

Otra comunicación diplomática confidencial, con la clave “México 0000698”, fechada el 22 de enero del 2010, advierte sobre la situación en Chiapas y los señalamientos de fuentes locales, respecto a “narcopistas” de aterrizaje del cártel del Pacífico, e incluso el pago a indígenas para que descarguen droga de aviones y embarcaciones.

 

 

 

 

 

Cinco puntos en Sudamérica

 

La diplomacia estadunidense en Sudamérica destacó en los cables enviados a Washington, a través de sus embajadas en Venezuela, Chile, Perú, Colombia y Bolivia principalmente, no solo la operación de los narcotraficantes en la zona, la conexión de casi todos ellos con el cártel del pacífico.

Destaca, por ejemplo, el cable “Lima 001667”, de noviembre del 2009, donde Estados Unidos destaca el trasiego en la última década de más de ocho toneladas de cocaína por mar y tierra desde Perú hacia México, para contactos relacionados principalmente con El Chapo Guzmán. También se hace una relación de más de 100 narcotraficantes mexicanos detenidos en ese país.

Otro caso son los cables “Santiago 000241” y “Santiago 000162”, en donde se hace referencia a la operación de traficantes de cocaína y droga sintéticas en Chile y Bolivia, vinculados con la organización que encabeza Guzmán Loera.

24 HORAS reveló ayer el cable de la embajada de Estados Unidos en Caracas, en el que se vincula a empresarios de la poderosa familia venezolana Makled, con operaciones de tráfico de estupefacientes en favor del Cartel de Sinaloa.