Una encuesta realizada por la empresa Henkel en 2010 reveló que 60% de las empresas en México tiene interés en la sustentabilidad, el problema es que pocas pasan del interés a la inversión; por lo anterior, más de 800 negocios registrados en la Secretaría de Economía desperdician un mercado de más de 16.5 millones de consumidores.

 

Esta observación la hace el investigador Javier Carrillo, del Instituto de Empresas de España, y añade que además de no llegar al segmento de consumidores verdes (15% de la población) también pierden la oportunidad de mejorar su operación, reducir costos como el de la energía, un manejo ineficiente de los recursos, poco control de la contaminación y de la gestión de residuos.

 

A mediados de diciembre próximo, la Bolsa Mexicana de Valores dará a conocer su nuevo Índice de Sustentabilidad para clasificar a las empresas por sus niveles de complementación con el ambiente y las acciones de responsabilidad social, sin embargo apenas 20% de las compañías que cotizan en el mercado nacional tiene acciones sustentables. Entre las mexicanas listas ya para formar parte del llamado índice verde están Cementos Mexicanos y Bimbo.

 

“De acuerdo con la Comisión Europea, alrededor de 75% de las empresas en el mundo sufre la presión del precio de los recursos; más de 40% de las pequeñas y medianas empresas han logrado cambios mediante el uso de la eco-innovación, esto muestra la oportunidad que hay para las empresas mexicanas”, dice el académico.

 

Por otro lado existe un segmento de la población que ya basa sus decisiones de compra en la sustentabilidad de los productos que adquiere, por ello, a nivel mundial las empresas que “limpian” sus procesos muestran tasas de crecimiento de 7% anual.

 

Carrillo lamenta que, en términos generales, las empresas y las agencias de estadísticas tienen dificultades para calcular los beneficios de la ecoinnovación, lo que ayuda a mantener aquella visión tradicional de que el medio ambiente es más una carga que una fuente de oportunidades.

 

“Debemos seguir promoviendo la participación activa del sector privado en la construcción de soluciones verdes y para ello es indispensable ofrecer los incentivos correctos para que los empresarios dejen de ver el medio ambiente como un costo fijo y lo vean como una verdadera oportunidad de negocio”, agregó Bruno Ferrari, secretario de Economía.

 

En lo que toca al gobierno, las inversiones sustentables no han  pasado de largo para México. Actualmente existen 111 proyectos activos en el sector de energías renovables que superan los 19 mil millones de dólares (mdd) y tienen potencial para generar más de 21 mil empleos.

 

El funcionario afirma que durante la actual administración se han intensificado los esfuerzos para atraer inversiones en este sector: en julio la estadunidense Cannon Power Group anunció una inversión de dos mil 500 millones de dólares en tres parques eólicos durante los próximos cinco años.

 

Mientras, ProMéxico ha atraído proyectos multianuales de inversión extranjera directa en energías renovables por siete mil millones de dólares, con potencial para generar siete mil  500 empleos.

 

Asegura que todas las acciones para detener el daño al medio ambiente también son benéficas para la economía, por ello, a nivel federal ya se emprendieron una serie de acciones como la sustitución de focos incandescentes por lámparas ahorradoras; además, el otorgamiento de subsidios y créditos para apoyar a las familias en la sustitución de refrigeradores viejos por equipos más eficientes, que ya suma más de 1.5 millones de unidades cambiadas.