El escenario previo a la próxima reunión de la Conferencia de las Partes (COP 17), que inicia en unos días, es adverso. El papel de la Unión Europea como mediador es fundamental, pero ahorita con la crisis económica que aqueja a la región es probable que su atención esté en otro lado, afirma Jorge Villarreal.

 

El coordinador de Programas de la Fundación Heinrich Böll se refiere así a la décimo séptima conferencia que se llevará a cabo en la ciudad de Durban, Sudáfrica, del 28 de noviembre al 9 de diciembre, donde se buscará el compromiso de todos los países para definir acciones hacia un segundo periodo del Protocolo de Kyoto, cuyo objetivo es mitigar los efectos del cambio climático en el planeta.

 

En dicho encuentro, distintas representaciones no gubernamentales con presencia en México llevarán la voz cantante para detener el daño al medio ambiente causado por las distintas actividades humanas.

 

 

¿Cuáles son los grandes pendientes para la reunión de Durban?

El plan de reducción de emisiones para los países desarrollados en el segundo periodo de compromiso bajo el Protocolo de Kyoto, debe clarificarse lo antes posible. En segundo lugar –dice-, se debe definir el compromiso de reducción de emisiones bajo la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático para los países desarrollados, fuera del protocolo.

 

En tercer lugar, la COP 17 debe definir los mecanismos y acuerdos para la adaptación, financiación, transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades; además, tomar las medidas para hacer que las diferentes responsabilidades de reducción de emisiones sean transparentes, medibles, declarables y verificables entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.

 

 

¿Cuáles son las metas que se deben trazar para mitigar los efectos del cambio climático?

Reducir entre 13% y 18% las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2020, pero por lo que hemos visto, para detener el calentamiento global necesitamos una reducción de entre 30% y 35%.

 

Y en este sentido ¿Qué eco tuvo en la comunidad internacional la propuesta del Fondo Verde que hiciera el presidente de México, Felipe Calderón?

Independientemente de qué avance tiene –dice-, están pendientes los mecanismos para el manejo de fondos de largo plazo, porque detener los efectos de cambio climático es una acción a futuro que desde ahora debe establecer reglas y acciones muy claras.

 

¿Realmente se están tomando en serio el tema del cambio climático?

Hay interés –responde-, pero faltan dos cosas que deben quedar muy claras: cuáles son las propuestas a corto y largo plazo y considerar criterios de sustentabilidad y equidad.

 

¿Esto quiere decir que están mal enfocadas las acciones contra el cambio climático?

Existe un punto importante que mencionar aquí; hasta 2010, 85% de los fondos estaban destinados a la mitigación  de los efectos y no se tenía en cuenta la adaptación, y eso es importante para los países en desarrollo. De qué sirve invertir –pregunta- si se siguen promoviendo proyectos para fomentar la generación de energía nuclear y agrocombustibles que provienen de las fuentes de alimentación.