El embajador de Pakistán en Washington, Husain Haqqani, presentó hoy su renuncia, en medio de la polémica por una supuesta nota secreta en la que el Gobierno de Islamabad pidió la intervención de Estados Unidos para evitar un golpe militar en el país tras la muerte de Osama Bin Laden.

 

En su cuenta de Twitter, Haqqani escribió que le ha pedido al primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani, que acepte su renuncia como embajador en EE.UU., cargo que desempeñaba desde 2008.

 

“Tengo mucho que aportar para construir un nuevo Pakistán libre de intolerancia. Centraré mis energías en eso”, agregó el diplomático, quien ya se encuentra en Islamabad.

 

Desde la semana pasada ya circulaban rumores sobre la dimisión de Haqqani, que hoy él mismo confirmó.

 

La renuncia se ha producido en medio de la polémica por una supuesta nota secreta que el presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, envió a través de Haqqani al entonces jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Michael Mullen, una semana después de la operación estadounidense que mató a Bin Laden en mayo en su refugio en las cercanías de Islamabad.

 

En esa misiva Zardari le pidió al almirante Mullen ayuda para evitar un hipotético golpe militar que lo sacara del poder.

 

La muerte de Bin Laden, que se escondía a unos tres kilómetros de la principal academia de cadetes de Pakistán, puso en el disparadero a la cúpula del Ejército, algo que en su momento hizo despertar rumores de que podría maquinar un golpe de Estado.

 

El empresario paquistaní Mansoor Ijaz, quien también participó supuestamente en la entrega del memorando secreto, reveló los detalles del contenido de la carta en un artículo en el diario Financial Times, aunque sin nombrar directamente a Haqqani.