Las metas del Acuerdo Nacional de Salud Alimentaria (ANSA) para reducir la obesidad y el sobre peso entre niños y adolescentes resultaron inalcanzables.  La meta establecía, disminuir en dos años estos padecimientos en la población de cinco a 19 años.

 

Respecto a la población adulta, el objetivo fue revertir el crecimiento de la obesidad y el sobrepeso; sin embargo los números revelan que esta problemática sigue en aumento. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición documentó que en 2006 había 4.1 millones de niños con problemas de peso; para este 2011 el número se calcula en 4.5 millones de menores.

 

Lucero Rodríguez Cabrera, directora de Estrategias y Desarrollo de Entornos Saludables de la Secretaría de Salud, reconoció que será muy difícil alcanzar lo que se propuso hace dos años.

 

“Eran metas muy ambiciosas y que estaban planteadas en términos de impacto, entonces las acciones requieren de más tiempo de estarse instrumentando para ver ese impacto”, señaló durante la presentación del libro Dulce Clarita, editado precisamente para hacer conciencia en los pequeños sobre este problema.

 

De acuerdo con la Secretaría de Salud y de Educación Pública hay 4.5 millones de niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad, además de que hay otro millón de menores que presentan baja talla a pesar de la edad que tienen.

 

El peso en exceso y la obesidad lejos de contenerse en la población, avanza y se padece entre todos los grupos sociales sin importan la edad, el sexo o el nivel socioeconómico.   Ambos padecimientos desencadenan otro tipo de enfermedades crónicas no trasmisibles como la hipertensión, enfermedades coronarias, cardiovasculares, osteoartritis y otros cánceres.

 

Ejemplo de ello son las estimaciones respecto a la población que sufre diabetes mellitus tipo 2, según los pronósticos 90% de estos casos tienen antecedentes de sobrepeso u obesidad de las personas. De no controlarse el problema del peso, en el futuro esta diabetes afectará a 68 millones de familias en México.

 

Para combatir este mal, el  Acuerdo Nacional de Salud Alimentaria plantea tres ejes para ayudar a los niños y adolescentes de educación básica,  entre estas destaca incentivar actividades físicas y hábitos de alimentación más sanos.

 

El acuerdo fue firmado por 15 dependencias del gobierno federal. La Secretaría de Salud y Educación Pública, así como la de Agricultura y la de Hacienda. La Secretaría de Desarrollo Social, el IMSS e ISSSTE son otras de las instancias que se sumaron esfuerzos.

 

Cada institución debe realizar acciones específicas para trabajar estos ejes que llevarán a las metas planteadas.

 

Sin embargo, Rodríguez indicó que todavía hay hábitos y costumbres que no se han podido modificar. “El tema de obesidad no es un tema que se perciba todavía en muchas poblaciones como un problema, todavía la idea de que “el niño gordito es un niño sanito” persiste, y ese tipo de enfoques son muy difíciles de modificar y requieren mucho tiempo.

 

“En un inicio pensamos que era posible avanzar, pero ha sido un poco más complicado”. También reconoció que se han logrado avances con los gobiernos para poner el tema sobre la mesa.

 

Actualmente, hay mil 800 municipios en la Red Mexicana de Municipios por la salud que realizan acciones para reducir el número de niños y adolescentes con problemas de sobrepeso y obesidad.