ROMA. Los presupuestos generales de Italia para 2012, que incluyen la “maxienmienda” con algunas de las reformas urgentes exigidas por la UE al Gobierno de Silvio Berlusconi, serán aprobados este fin de semana, tras un acuerdo alcanzado ayer por los partidos políticos.

 

Una vez aprobadas estas medidas, está previsto que Berlusconi presente su dimisión, según el compromiso que adquirió con el jefe de Estado, Giorgio Napolitano, quien ayer aseguró que no existe ninguna duda sobre la salida del primer ministro, después de que los mercados castigaran duramente a la deuda italiana.

 

Está previsto que el documento de las cuentas del Estado llegue el viernes al pleno del Senado, donde se espera que sea aprobado ese mismo día, puesto que tanto la mayoría en el poder como la oposición, renunciaron a presentar enmiendas.

 

Tras la aprobación en el Senado, el texto pasará el sábado a la Cámara de los Diputados para su aprobación definitiva, que podría tener lugar ese mismo día o aplazarse hasta el domingo.

 

En esta línea, la portavoz del opositor Partido Demócrata en el Senado, Anna Finnochiaro, declaró que su formación hará “solo algunas intervenciones en la discusión general y una sola declaración de voto”.

 

El líder de la formación democristiana UDC, Pierferdinando Casini, aseguró que la aprobación de la “maxienmienda” no puede ser retrasada y que “hay que hacer todo lo posible para que la aprobación (de los presupuestos) tenga lugar cuanto antes”.

 

Entre las normas que incluye la “maxienmienda” están el retraso de la edad de jubilación de forma progresiva de 65 a 67 años en 2026, así como la venta de inmuebles del Estado.

 

La tramitación de urgencia de los presupuestos llega en un momento crítico para Italia, que desde hace varios meses se encuentra en el punto de mira de los mercados por las dudas sobre su solvencia financiera (su deuda supera el 120 % del PIB) y las negativas perspectivas de crecimiento de su economía.

 

Con su aprobación, el Gobierno espera hacer frente a esta situación y restablecer la confianza de los mercados.

 

Con todo, la rentabilidad de la deuda italiana avanzó ayer hasta el 7,23 por ciento, y su prima de riesgo alcanzó los 551 puntos al cierre, con lo que se situó en niveles a los que se acometió el rescate de algunos países periféricos, como Portugal, desconocidos por Italia desde su ingreso en el euro.

 

Italia deberá afrontar mañana, además, una nueva prueba, ya que vuelve a los mercados donde intentará colocar 5 mil millones de euros en una subasta de bonos a 10 años. (EFE)