Durante esta administración, la cantidad de socavones en la Ciudad de México producto de tuberías rotas o con algún daño ha ido al alza. Datos obtenidos por 24 HORAS vía transparencia señalan que, mientras en 2013 se reportaron 57, en 2015 se reportaron 121.

 

La red hidráulica de la Ciudad de México tiene más de 60 años de vida. Esto, aunado a los hundimientos a causa del bombeo de los acuíferos para el abastecimiento de agua potable, hace que los daños en las tuberías provoquen zanjas en el asfalto.

 

El Sistema de Aguas de la Ciudad de México informó mediante una solicitud vía transparencia que durante la actual administración capitalina se han registrado 304 socavones.

 

Esto significa que, de diciembre de 2012 a abril de 2016, según las cifras más recientes obtenidas por este diario, se intervinieron cuatro mil 428.8 metros de tuberías.

 

Aunque las afectaciones se presentan en todas las delegaciones, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Benito Juárez, Iztapalapa y Venustiano Carranza son las que tienen el mayor número de reparaciones.

 

José Luis Gutiérrez, académico del departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana, señaló que un socavón puede ocurrir en una vialidad en cualquier momento e incluso hay áreas donde el paso de vehículos pesados propicia el hundimiento, lo cual calificó como una situación de riesgo.

 

 

socavones

 

 

En algunos casos, el origen de los socavones es por fugas en el sistema de drenaje que, con el transitar del agua, arrastran todo el material alrededor de la tubería; sin embargo, no es el único motivo.

 

“También pueden deberse a otras condiciones del subsuelo, de hecho hay hundimientos que tenemos en todo lo que era la zona lacustre”, dijo.

 

En el caso de los drenajes, si bien es cierto que hay zonas con las tuberías antiguas y con desgaste por el arrastre del agua interna en ellas, el deterioro también involucra partes en que el subsuelo tiene hundimientos, mientras que la tubería no se hunde a la par, lo que puede provocar puntos de desnivel y de quiebre.

 

“Hay zonas en el centro que tienen hundimientos arriba de los 25 centímetros al año (…) Al aumentar las construcciones, se altera la mecánica de los subsuelos”, concluyó.

 

Ramón Aguirre, titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, señaló que las tuberías, en teoría, deberían de durar 50 años. Los socavones implican que ya se haya llegado a ese límite.

 

“Las fallas que se presentan son en la parte más débil del eslabón, pero  en muchas ocasiones se deben de cambiar todos los tubos. O sea, un colector de un kilómetro, no falla el kilómetro completo, pero el resto del colector no está en buenas condiciones porque está igual de viejo. En general, la mayor parte de los socavones, si no es que todos, se debe a eso”, afirmó.

 

El desgaste de los tubos también se da porque al interior del drenaje el concreto es erosionado por gases que contienen ácido sulfhídrico y metano. Puede darse el caso en algunas delegaciones donde se generan procesos sépticos más severos y mayor emisión de gases, lo que genera un deterioro más acelerado.