El que el empresario tapatío de origen japonés, José Susumo Azano, haya vuelto a estar colocado bajo el escrutinio público, tiene inquietos a varios panistas. Susumo Azano y su familia han hecho negocios de tiempo ha en Jalisco, particularmente con el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña, y en el sexenio de Felipe Calderón, fue uno, si no el más, beneficiado empresario. No por cierto por aprobación del Presidente, que lo veía con reserva, sino por la forma como algunos de sus colaboradores en el círculo íntimo lo apoyaron. ¿Nombres? Prometen, los que saben, que vienen en camino… pero ojo, observen cuidadosamente en Hacienda.

En las últimas semanas, sonrisas y elogios mutuos han levantado las cejas de quienes conocen al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y al diputado Manlio Fabio Beltrones. ¿Cómo está eso que andan en los elogios mutuos y las atenciones recíprocas? La razón por la que observan con interés estos cambios de actitud entre ambos es que hasta hace no mucho su relación era fría, distante, y de relación intensa sólo cuando fuera indispensable. Dicen los que saben que cuando menos, las sospechas sobre por qué camino va cada uno de ellos, parecen estar disipadas.

 

El jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, giró instrucciones muy concretas: alinear el trabajo político y de comunicación de su gobierno. Esta semana se llamó a cuentas a todos, y le pidió a su secretario particular Luis Serna, y a su director de Comunicación Social, Fernando Macías, que alinearan el trabajo de gobierno en una sola voz. Pero no sólo eso, dicen los que saben, pues los secretarios tendrán que dar a la oficina de Mancera sus actividades oficiales por semana y un reporte de su trabajo. Todo esto, añaden, para ver si la supervisión inhibe la pereza de algunos y a otros más los motiva… a trabajar. ¡Vaya pues!

 

El ex embajador de México en Cuba, Ricardo Pascoe, aportó este jueves un dato harto revelador sobre las relaciones bilaterales. En una entrevista en el Primer Café de Proyecto 40, reveló cuál fue el origen de un crédito que le otorgó a Cuba el gobierno de Carlos Salinas. Se trató de un préstamo con interés empresarial, dijo Pascoe con otras palabras, pues estaba vinculado con que La Habana le abriera la puerta de todo el negocio de la telefonía a una empresa mexicana. Al final se cayó esa posibilidad y hoy son los italianos quienes manejan las telecomunicaciones en la isla.