El Gobierno federal actuará “en breve” para desactivar los bloqueos carreteros encabezados por el movimiento vinculado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán. “El tiempo se ha agotado”, hay que regresar la tranquilidad a los millones de ciudadanos que lo exigen y que por derecho lo merecen “y así lo vamos a hacer”, fue el ultimátum anunciado hace más de un mes y medio.

 

Nadie quiso explicar el significado de “breve”. Pasó el tiempo, siguieron con las mesas de diálogo entre funcionarios del gobierno y la CNTE que se habían instalado el 19 de junio, pero con pobres resultados. Los maestros disidentes radicalizaron su posición, a pesar de que el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, “dobló las manitas y las patitas” y se vio en la penosa necesidad de anunciar algunas modificaciones a la reforma.

 

Los bloqueos de las vías de comunicación se intensificaron, las protestas de millones de mexicanos continuaron; los empresarios “cupuleros” (Consejo Coordinador Empresarial, Coparmex, Concamin, Canaco et al) amedrentaron al SAT con no pagar impuestos hasta que se resolviera el conflicto. Bueno, hasta el Gobierno federal movió sus influencias para que los jueces liberaran a los dirigentes de la Coordinadora que acusaban de “lavado y planchado de dinero”, como muestra de buena voluntad para llegar a un arreglo. Pero nada. Ahora los maestros quieren que se derogue la reforma educativa.

 

En la víspera del inicio del nuevo ciclo escolar y ante la amenaza de la CNTE de no reanudar clases en varios estados de la República y “cazar a maestros que den clases”, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, sentenció: cuando se agote el diálogo con la CNTE se hará uso legal y prudente de la fuerza.

 

Quienes están hartos de la tibieza y de la falta de otras cositas de las autoridades en todo el país para evitar bloqueos en las vías de comunicación, impedir el secuestro e incendio de camiones, asaltar establecimientos comerciales,  exclaman: están perdiendo el tiempo, pensando, pensando; por lo que más quieran, hasta cuándo, hasta cuándo…

 

¡Agárrenlos de las orejas, y ya! Sugieren otros. ¡Por las orejas no, por las orejas no, porque les va a salir más caro! Responden los de la CNTE.

Agenda previa

 

En el último número de la historieta de los émulos de La Familia Burrón, Borola Tacuche respondió a quienes la acusan de haberse ensuciado las manos junto con su esposo, Don Regino, cuando despachaban en “Los Pinoles”, con la clásica frase: “¡Me atacan con falsedades!”. Según sus detractores, la señora no tiene autoridad moral para ser representante popular, y mucho menos para aspirar a la silla presidencial. El hijo putativo de la susodicha familia (Fóforo Cantarranas) salió en defensa de la Jefa diciendo que los señalamientos sobre el supuesto enriquecimiento de la susodicha familia carecen de sustento y son una respuesta ante la exigencia ciudadana de que se castiguen los actos de corrupción de los priistas.

 

Leo en el periódico Reforma: La ministra Margarita Luna Ramos se declaró impedida para resolver un amparo contra la intervención gerencial de Ficrea por parte de la autoridad hacendaria, debido a que es una de las inversionistas que perdió su dinero en esa institución. Resultó bisoña y se la “llevaron al baile”, acota el columnista. ¡Tú también, Margarita! Pareció decirle Edgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la City, quien invirtió más de 100 millones de pesos, aunque no eran de él, sino del Tribunal, en dicha empresa que prometía rendimientos anuales de 10 a 15% y también se los “bailaron”. ¡Ay, bisoños!