En un escueto comunicado, un vocero del Gobierno de la conservadora Theresa May se limitó a señalar que Rogers renunciaba como representante permanente del Reino Unido para el bloque comunitario “unos cuantos meses antes” de su marcha, prevista para el próximo noviembre.

 
La nota, divulgada por el ministerio de Asuntos Exteriores, agrega que el diplomático “ha tomado ahora esta decisión a fin de permitir que se nombre un sucesor antes de que el Reino Unido active el Artículo 50, antes de finales de marzo”.

 

La dimisión se produce unos quince días después de que originara una sonada polémica al afirmar que llevaría una década cerrar un acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE tras el Brexit.

 

El pasado 15 de diciembre, la cadena pública BBC reveló que, en un encuentro privado, Rogers había advertido al Ejecutivo de May acerca del actual consenso europeo, según el cual un acuerdo de libre comercio entre ambas partes no podría materializarse, como muy pronto, hasta 2025.

 

En esa conversación, Rogers alertó además de que el acuerdo podría incluso fracasar puesto que debía pasar antes por la ratificación de los restantes 27 miembros de la UE. Se prevé que el Reino Unido quedará desvinculado de la Unión Europea en la primavera de 2019.

 

Enfrentamiento

 

 

El diario económico FT aludió a un choque en los últimos meses en la relación entre Rogers y el equipo de la jefa del Ejecutivo británico. Según ese periódico, Rogers estaba bien valorado por los demás embajadores de la UE, que esperaban que el funcionario continuara en su puesto durante el proceso negociador para la salida británica del bloque comunitario.