En los últimos cinco años, los centros de readaptación social (Ceresos) han avanzado poco en resolver sus problemas de sobrepoblación, autogobierno, falta de personal capacitado y carencias en infraestructura; la muestra es que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos les dio calificación de 6.27, lo que los coloca en zona amarilla del semáforo del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016.

 

 

Durante la presentación del estudio, Ruth Villanueva, dijo que en los últimos cinco años las calificaciones de las cárceles estatales ha aumentado sólo en décimas, como ejemplo es que en el Diagnóstico 2015 obtuvieron 6.21 puntos de 10 posibles y en que presentaron hoy fueron 6.27 puntos.

 
La visitadora dijo que esta calificación estar en el color amarillo del semáforo, esto debido a que las políticas de administración de cárceles se alejan de los protocolos internacionales en la materia. Estas faltas son la contratación de custodios sin el perfil adecuado, instalaciones sin la infraestructura necesaria y un mal manejo en la población penitenciaria, lo cual deriva en sobrepoblación o autogobierno.

 

 

 

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