Fue escuchar los nombres de Frank Lampard, Steven Gerrard, Andrea Pirlo, Didier Drogba, Kaká, David Villa, e inevitablemente pensar en lo grandioso que hubiese sido tenerlos en México, aunque fuese sólo para disfrutar de los últimos esbozos de sus carreras.

 

Un par de años después, la Major League Soccer da la razón a la Liga MX al no haberse subido a ese tren de contratar a leyendas en sus instantes finales: Lampard y Gerrard se van respectivamente de Nueva York y Los Ángeles con escasos legados deportivos.

 

Por supuesto que tener a personajes de esa dimensión sirve como mecanismo para posicionar a un torneo, para abrirlo a otros mercados, para elevar sus derechos de transmisión y marketing hacia el exterior, para vender uniformes, para ampliar dominios e incrementar presencia por el mapa. No obstante, es difícil de creer que a la MLS le hayan redituado los más de 25 millones de dólares libres de impuestos que debió pagar a los dos mediocampistas ingleses por el par de temporadas disputadas ahí. De hecho, de todos los renglones arriba mencionados, apenas Villa o Drogba han tenido resultados por encima de lo aceptable y más o menos acordes con su trayectoria.

 

¿Qué sucede? Que cuando un futbolista europeo toma ese camino, suele hacerlo porque se ha fastidiado de la presión, de la exigencia máxima dos veces a la semana, de la necesidad de mantener una forma impecable por tantísimos años. Es llegar a una liga menor en ritmo y, sobre todo, en reflectores, para que los cracks se distiendan y gocen de sus días como no pudieron conseguirlo antes.

 

Durante casi dos décadas, Gerrard fue sinónimo de entrega y sacrificio con el Liverpool, justo lo que le faltó en el Galaxy, al que incluso dejaba con cierta recurrencia para participar en transmisiones de Champions League en la lejana Inglaterra.

 

Al tiempo, Lampard tardó en debutar toda vez que el Manchester City, socio del New York City, prefirió utilizarlo en la Premier League. Eso desató un buen embrollo legal y comercial, así como su tardía incorporación a la MLS.

 

Una declaración de Gerrard, de 2015, termina funcionando como epílogo de estas historias: “Si la gente piensa que puede llegar aquí sólo a tomar unas vacaciones y retirarse, estará equivocada porque no se desempeñará bien y no hará justicia a su equipo”.

 

Las ligas de China, India, el Golfo Pérsico e incluso Australia continúan buscando los instantes finales de viejas glorias. Acaso, ya despertarán a la realidad: eso sirve como golpe mediático y como primer impacto publicitario, aunque no basta; ni genera escuela, ni garantiza títulos ni eleva el futbol.

 

Por ello, la MLS que ya exige un mejor nivel que antaño, no funcionó como parque del retiro para estos dos soberbios mundialistas ingleses. Por ello, también es de esperarse un reajuste en sus parámetros de búsqueda de refuerzos.

 

Twitter/albertolati

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