Casualmente, aunque en la política y los negocios no existen las casualidades, la empresa Oceanografía, a la que Banamex acusa de un fraude por más de 360 millones de “dolarucos”, tuvo su época de oro en los dos sexenios panistas, “fomentada” -dicen los enterados- por personajes ligados al “number one”. ¡Nombres, nombres!

 

En el sexenio de Vicente Fox, por ejemplo, hubo dos importantes personajes que seguramente estuvieron enterados de los contratos que se le asignaron a la empresa en cuestión: Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda, y Juan José Suárez Coppel, quien en esa administración se desempeñó como director Corporativo de Finanzas de Pemex. Para nadie es un secreto que Gil y Suárez tuvieron “manga ancha” en Pemex; ponían y quitaban directores de la paraestatal a su antojo. A Adolfo Muñoz Leos le “tendieron la camita” con el asunto del “Pemexgate”; y a Luis Ramírez Corzo , quien sustituyó a Muñoz Leos, lo mangonearon. Así pues, Paco y Juan José fueron quienes realmente administraron Pemex en los seis años del gobierno del “cambio sin rumbo”, bajo la supervisión de la señora Martha, claro.

 

En la administración de Felipe Calderón, Pemex tuvo dos directores: Jesús Reyes Heroles Jr, quien “pasó de noche” los tres años que duró en el cargo; al relevo entró, en septiembre del 2009, el mismísimo Juan José Suarez Coppel, hijo putativo de Gil Díaz; la primera tarea que le asignaron fue terminar de enterrar las cochinadas que hicieron los integrantes de la “banda petrolera”, a la que también pertenecieron varios funcionarios del PAN, cercanos a Calderón, por supuesto.

 

Los analistas bisoños preguntan por qué si ya existían denuncias de irregularidades de la empresa Oceanografía en la Secretaría de la Función Pública, presentadas en los sexenios de Fox y Calderón, nadie hizo nada y permitieron que se le siguieran dando jugosos contratos a los hermanitos Yáñez. ¡Piensen, piensen; acuérdense quién fue el primer secretario de la Función Pública de Calderón! Pues Germán Martínez Cáceres, quien estuvo tapando las cochinadas de aquéllos un año; posteriormente lo nombraron dirigente del PAN.

 

Ahora se explicarán los lectores por qué Gustavo Madero, líder nacional del blanquiazul con licencia, recomendó a las autoridades investigar a los directivos de Pemex de los sexenios panistas, y a otros funcionarios que tomaron decisiones importantes -como la asignación de contratos- en la paraestatal. “Estoy seguro que la información detallada sobre el caso Oceanografía, podrán ofrecerla los funcionarios que administraron Pemex en los últimos 12 años, así como los miembros de su consejo de administración en ese lapso”, dijo Tavo hace un par de días.¡Ahí les hablan, Francisco Gil Díaz, Ernesto Cordero, et al!

 

¡Ese Tavito salió más ca… nijo que bonito! Reconocen hasta sus detractores. Con ese obús que pegó en la línea de flotación de los buques de Oceanografía, donde se ocultaron los integrantes de la “banda petrolera”, prácticamente acabó -antes de que empiece la contienda- con los “calderonistas” que disputan la dirigencia del PAN con el argumento de que quieren acabar con la corrupción que existe en ese organismo político. ¡Cínicos, sinvergüenzas! Les gritan a aquellos.

 

Algunas preguntas que hacen los observadores políticos sobre este espinoso asunto que implica a numerosos personajes del PAN tanto foxistas como calderonistas, son: ¿Por qué hasta ahora se destapó la cloaca en Oceanografía? ¿Por qué no lo hicieron el año pasado? ¿Por qué no le han “echado el guante” a los dueños de la empresa? Bueno, tal vez el año pasado no quisieron hacerlo porque había Pacto por México “Papá”, piensan algunos. Y en cuanto al por qué hasta ahora, la respuesta podría ser: Porque al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto le resulta políticamente más conveniente que Madero siga al frente del PAN a que los “calderonistas” se apropien del organismo. Y no porque les tenga miedo a éstos, ¿eh?