BUENOS AIRES. Un juez levantó hoy el pedido de detención que había emitido en contra de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y que provocó un revuelo político y una protesta multitudinaria.

 

El juez Marcelo Martínez de Giorgi decidió suspender este viernes la orden de detención, luego de que la activista humanitaria, de 87 años, manifestara, por medio de sus abogados, su disposición a declarar en una causa judicial en la que está acusada.

 

La víspera, el magistrado trató de hacer efectiva la captura de De Bonafini -sólo con fines de declaración-, quien se había negado a cumplir por segunda vez con un citatorio judicial.

 

Martínez de Giorgi investiga el manejo financiero de Sueños compartidos, un programa de construcción de viviendas sociales que manejó la organización Madres de Plaza de Mayo con recursos públicos.

 

Un grupo de policías federales acudió a la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, ubicada en el centro de esta ciudad, con la intención de detener a De Bonafini, quien fue protegida por cientos de militantes.

 

Después, la activista fue custodiada por una multitud cada vez más numerosa que la escoltó hasta la Plaza de Mayo para que encabezara la ronda que las Madres realizan de manera ininterrumpida todos los jueves desde hace 39 años.

 

La ronda de las Madres es uno de los símbolos de los derechos humanos más importantes de la historia argentina, por lo que miles de personas acudieron a la Plaza para acompañar a De Bonafini.

 

Este viernes, el juez aceptó firmar “la exención de prisión bajo caución juratoria”, es decir, de palabra, por la avanzada edad de la dirigente, quien se comprometió a declarar sobre el supuesto desvío de fondos de Sueños Compartidos.

 

Martínez de Giorgi reconoció que también tuvo en cuenta la conmoción política que estalló la víspera ante el operativo policial en contra de De Bonafini.

 

Luego de esta decisión, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo partió en una combi particular desde Buenos Aires hasta la ciudad costera de Mar del Plata, custodiada por varios vehículos de militantes en señal de acompañamiento.  dmh