Para la joven Catt Gallinger el púrpura siempre fue su máximo y como prueba de ello, lucía el color en su cabello, sus labios y hasta en los tatuajes que adornaban su cuerpo.

 

La chica residente de Otawa decidió tatuarse el glóbulo ocular, pero no contaba que algo saliera tan mal y la dejará sin posibilidad de volver a ver.

 

 

El día del procedimiento, la tinta púrpura salió de su ojo y se deslizó por su mejilla. Al día siguiente, el ojo estaba hinchado, se infectó y tenía fuertes dolores. Tres semanas después, la inflamación interna permanecía y los médicos le advirtieron que corría riesgo de quedarse permanentemente ciega del ojo que había quedado dañado.

 

 

A partir del 20 de septiembre, la joven utilizó su cuenta de Facebook para mostrar la evolución de su ojo dañado, con la intención de advertir que el procedimiento conocido como tinción de la esclerótica, puede resultar fatal cuando no está bien hecho, como en su caso.

 

Catt tuvo que visitar varias veces el hospital en donde le recetaron varias gotas para los ojos, antibióticos y esteroides para reducir la inflamación, sin embargo la visión de uno de su ojo se había difuminado y no mostraba signos de mejora.

 

 

Días después,Gallinger acusó a la persona que había tatuado su globo ocular de falsificar sus calificaciones y capacitación y aseguró que estaba planeando emprender acciones legales.

 

“El procedimiento fue realizado por alguien que me dijo que tenía experiencia. Es mi culpa haberle creído”, agregó al respecto.

 

Catt también declaró que la desición de tatuarse el ojo fue por presión de su novio.

 

 

La Academia Americana de Oftalmología (AAO) recomienda encarecidamente no practicar este tipo de procedimientos ya que puede provocar ceguera o, incluso, cosas peores.

 

aarl