Planchadito ya el relevo en el PRI. A principios de la próxima semana (se dice que lunes o martes) habrá reunión del Consejo Político para dar inicio al proceso de elección de la nueva dirigencia del partido.

 

Hasta ahora -así se ha venido manejando desde hace días-, los momios apuntan hacia el mexiquense César Camacho para ocupar la presidencia del Revolucionario Institucional y a la yucateca Ivonne Ortega en la secretaría general.

 

Una mancuerna de lo más dispar, a decir verdad, pues la formación intelectual y cultural de ambos ex gobernadores es abismal; además de que Ortega no es una perita en dulce y no está acostumbrada a recibir órdenes.

 

Vaya, en tierras yucatecas ya se menciona incluso que su ex gobernadora llegará a las oficinas de Insurgentes Norte con su propio equipo de trabajo, entre los que incluiría a Héctor Cabrera, su ex fiscal general; Víctor Sánchez Álvarez, ex secretario de gobierno; Sergio Cuevas, ex director jurídico, y hasta su coordinador de Comunicación, Jesús Rivero.

 

La primera prueba para la nueva dirigencia la tendrán el 7 de julio del año entrante, con elecciones de alcaldes y congresos locales en 13 estados de la República. Pero la mira está puesta, sobre todo, en si el PRI tendrá la capacidad de recuperar Baja California, primera gubernatura que perdieron los tricolores (en 1989) y que abrió la puerta por la que el PAN llegó al poder.

 

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OSORIO, “LIADO COMO CUETE”.- Los priistas observan con lupa los nuevos nombramientos a niveles de secretarios y subsecretarios y sacan rápidamente sus conclusiones. Por lo que toca a la Secretaría de Gobernación, consideran que Miguel Ángel Osorio Chong quedó “liado como un cuete”.

 

Y es que de todo el equipo de primera línea que acompañará al ex gobernador de Hidalgo, apenas dos pueden considerarse gente suya: Jorge Márquez Montes, en la Oficialía Mayor, y Eugenio Ímaz Gispert, en el Cisen.

 

Todos los demás, señalan, son cuotas de Enrique Peña Nieto para los distintos grupos, o responden a intereses del propio mexiquense. Así que advierte: “Ver a Osorio como a un súper secretario, nomás no”. Incluso gastan la broma acerca de los que trabajarán con él: “¡Hasta le pusieron a algunos buenos!”.

 

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EL COMPADRE DE ORO.- Más vale que Rosario Robles no se la crea del todo en Sedesol, pues Peña Nieto le puso al lado, como subsecretario de Desarrollo Social y Humano, a Ernesto Nemer, conocido entre los propios mexiquenses como “el compadre de oro” del hoy presidente de la República.

 

Nemer, recordemos, fue 17 años secretario particular de Emilio Chuayffet y fungió como correa de transmisión entre el hoy secretario de Educación con Peña. Por añadidura, la esposa de Nemer, Carolina Monroy del Mazo, presidenta municipal de Metepec, es prima de Peña Nieto. Nomás.

 

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PRIMERA GIRA.- De vuelta a la lectura de símbolos y de mensajes políticos, los propios priistas nos indican que el hecho de que Peña Nieto hubiera elegido a Monterrey como destino de su primera gira como presidente de la República envía el siguiente mensaje: Señores del dinero, aquí estoy. No tengan miedo.

 

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GEMAS: Regalito del priista Francisco Arroyo Vieyra, a propósito de la elección del nuevo presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados: “Yo ni me caliento ni me descaliento, sino espero con una enorme prudencia y ponderación la decisión del grupo y de la Junta”.

 

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