ATENAS. La formación Syriza (Izquierda Radical en griego) se alzó con una clara victoria en las elecciones generales, y tras una campaña centrada en pronunciarse contra las políticas de austeridad y contra la sumisión a la troika, se situó cerca de la mayoría absoluta.

 

Al cierre de la edición Syriza obtenía el 36.1% de los votos, con el 75% de los sufragios escrutados. De acuerdo a estos datos, Syriza obtendría 149 escaños, y se encuentra por tanto a dos diputados de lograr la mayoría absoluta.

 

Los conservadores de Nueva Democracia, el partido del primer ministro Andonis Samarás, obtuvieron un 28.1% de los votos, lo que supone 77 escaños, mientras que el tercer lugar lo ocupan los neonazis de Amanecer Dorado, con un 6.3% de los sufragios (17 escaños).

 

“El pueblo le ha dado un mandato claro” a Syriza, lo que supone que Grecia cambia de rumbo y “deja la austeridad tras cinco años de humillación”, dijo Alexis Tsipras, su líder, al dirigirse a los ciudadanos desde un palco colocado ante la universidad de Atenas.

 

“Hoy el pueblo griego ha escrito historia”, exclamó el líder izquierdista.

 

Tsipras afirmó también que la decisión del pueblo griego hace que la troika de acreedores (integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) “sea pasado”.

 

No obstante, dejó claro que “el nuevo Gobierno negociará con nuestros socios europeos”, y añadió que presentará su propio plan de reformas “sin nuevos déficit pero tampoco sin superávit irrealizables”.

 

Tsipras tendió la mano a los que no han votado por él y afirmó que en estas elecciones no hay “ni vencedores ni vencidos” y que formará un gobierno “para todos los griegos”.

 

“Hoy perdió la Grecia de los oligarcas y de los corruptos”, y “ganó la Grecia del trabajo, del conocimiento y de la cultura… Ganó la Grecia que lucha y tiene esperanza”, dijo el líder izquierdista entre los vítores de sus seguidores, que lanzaron incluso fuegos artificiales.

 

El gran derrotado de la jornada fue el primer ministro Andonis Samarás y sus conservadores de Nueva Democracia. Samarás evitó felicitar a su rival en público, pero, según la televisión estatal, lo hizo por teléfono.

 

En su breve comparecencia pública, en el centro de congresos de Zapeio, donde se había instalado el centro de prensa, Samarás evitó reconocer su derrota explícitamente y se limitó a señalar que reconocía la voluntad del pueblo.

 

“Hoy dejo un país que sale de la crisis miembro de la UE y del euro. Deseo que el próximo Gobierno mantenga estos éxitos”, añadió.

 

El primer ministro saliente afirmó que espera que “no se cumplan mis previsiones”, y aunque no precisó a qué se refería, aludió con ello a los malos augurios pronunciados durante su campaña electoral para el caso de una victoria de Syriza.

 

Samarás basó buena parte de su campaña en vaticinar una Grecia fuera del euro y en bancarrota si se producía un triunfo del partido izquierdista.

 

Uno de los vencedores de la jornada fue el partido neonazi Amanecer Dorado, que pese a tener a la mayor parte de su cúpula en la cárcel por presuntos delitos criminales, obtuvo un 6.3%.

 

La probable clave del futuro gobierno la constituye el partido centrista To Potami (El Río), que en cuarta posición, con el 6% y 16 escaños, se convierte en aliado natural de Syriza, si bien en la campaña el líder de esta formación, Stavros Theodorakis, evitó pronunciarse en ese sentido.

 

En una primera reacción Theodorakis se limitó a señalar que no “colaboraremos con partidos antieuropeos”, pero afirmó que es pronto para “entrar en detalles” sobre una posible cooperación con Syriza.

 

 

Las propuestas que ponen a temblar a Europa

 

ATENAS. El partido izquierdista Syriza, vencedor en las elecciones generales de Grecia, expone en su declaración de Salónica sus puntos programáticos que durante la campaña ha calificado de “innegociables”. Su programa consta de cuatro pilares, con un costo total de 12 mil millones de euros: confrontar la crisis humanitaria; relanzar la economía y promover la justicia fiscal; recuperar el empleo; y transformar el sistema político para aumentar la democracia.

 

1. Electricidad gratuita a 300 mil hogares que actualmente se encuentran por debajo de la línea de la pobreza, lo que supondría 59.4 millones de euros de gasto público.

 

2. Sobre el subsidio alimenticio Syriza propone destinar 756 millones para las 300 mil familias sin ingresos.

 

3. Una ayuda a la vivienda, con 30 mil departamentos para pobres que recibirían un subsidio de 3 euros por metro cuadrado en apartamentos de 30, 50 y 70 metros, implicaría una inversión de 54 millones de euros.

 

4. El restablecimiento del aguinaldo navideño para más de un millón de jubilados y el aumento a 700 euros de la pensión mínima costarían 543 millones de euros, y el servicio médico gratuito para desempleados, 350 millones.

 

5. También para desempleados de larga duración y para aquellos que se encuentren por debajo de la línea de la pobreza, la formación izquierdista prevé un bono gratuito para uso del transporte público que costaría 120 millones.

 

6. En relanzar la economía y promover la justicia fiscal, segundo pilar, Syriza destinaría dos mil millones de euros a la abolición de la ENFIA (impuesto sobre bienes inmuebles); mil 500 millones a la exención fiscal de los ingresos anuales inferiores a 12 mil euros; y mil millones más al capital inicial de un banco público de crecimiento.

 

7. Aumento del salario mínimo a los niveles anteriores a la crisis, 751 euros al mes, lo que considera que no supondría ningún costo.

 

8. Para recuperar el empleo, tercer pilar, Syriza prevé un gasto público de tres mil millones de euros que destinaría a la creación de 300 mil nuevos puestos de trabajo.